Poetas famosos de Nicaragua y sus grandes poemas
A partir del parnasianismo francés de la segunda mitad del siglo XIX, orientado a la perfección formal de la obra literaria, el soneto fue motivo de innovaciones métricas. Se compusieron poemas con esa forma, pero con versos desde trisílabos hasta heptadecasílabos, aunque el que más se generalizó fue el alejandrino, cuando no los polimétricos. Entre estos últimos, por ejemplo, Rubén Darío combinó endecasílabos y heptasílabos en su soneto dedicado a Cervantes: [...]
El poeta nicaragüense Rubén Darío publicó su libro Azul… en Valparaíso (Chile), en 1888, cuando tenía veintiún años de edad. El libro recopilaba poemas y cuentos que habían aparecido en la prensa chilena en los anteriores dos años. En 1890, Darío publicó en Guatemala la segunda edición de Azul…, en la que incorporó importantes composiciones nuevas, entre ellas los poemas Caupolicán, De invierno y Venus que aparecen en el libro agrupados bajo el título de Sonetos. [...]
El poeta confía en el poder divino, en el juicio de Dios y no en el de los hombres. Para el poeta el hombre es mentiroso, engaña y es capaz de todo por buscar una falsa justicia. Está en contra de las riquezas, de la política, del poder y de las empresas, monopolios. Para él sólo Dios es la verdad y el único a quien honrar. Lo demás son dioses falsos. [...]
El poema Letanía de nuestro señor Don Quijote fue escrito por Rubén Darío, cuando tenía treinta y ocho años de edad, para ser leído en el tercer centenario de la publicación del Quijote, durante un acto de homenaje a Cervantes organizado por el Ateneo de Madrid en mayo de 1905. En julio de ese mismo año, se publicó Cantos de vida y esperanza, libro que incluía ese poema y del que Darío dijo en su autobiografía: [...]
El cóndor vuela alto, sobre el aire frío de la cordillera de los Andes, cubierta de nieve. El frío y la nieve lo cubren todo. Se siente en el cuerpo, en lo que nos rodea y se busca el calor de la estufa y la comida. Los pobres pasan frío. El poeta, al calor de la lumbre, tiene sentimientos encontrados. [...]
La primera mujer en el edén, que hizo pecar Adán, la que le sedujo y le hizo descubrir junto a ella el deseo y tenía los ojos negros. En la mitología, los hijos de las diosas más bellas tienen los ojos negros. Las reinas más importantes, las más fuertes y poderosas y crueles también tenían los ojos negros. [...]
En este breve poema nadamos en un mar de sentimientos por parte del poeta. Pierde a su amada porque finaliza la relación. Para él, ella era la única mujer en su vida. Pero para la amada también es va ser una persona importante en su vida y lo seguirá queriendo. El poeta sabe que ella se dará cuenta, cuando sea tarde, que nadie la amará como él. Seguirá adelante en su camino y encontrará nuevamente el amor. [...]
El poeta está viendo el correr del agua mientras se encuentra triste y anímicamente mal. Todo lo que le rodea y la sensación que le produce esa visión, hace que aumente esa sensación de tristeza. Esta le afecta personalmente y es continua, como el chorro del agua de la fuente. [...]
El poeta destaca el paso de las nubes en un cielo y eso le hace pensar en la atracción de los enamorados y como, en ocasiones, todo se aúna para crear una atmósfera especial que los una más. Esos momentos los guarda el poeta como fuente de inspiración para sus poemas, así como los detalles de la naturaleza, el tiempo y otras personas que son parte de esos instantes. [...]
Bouquet es un musical y armónico poema formado por cinco serventesios: cada estrofa cuenta con cuatro versos de arte mayor y rima consonante; el primer verso de cada estrofa rima con el tercero y el segundo con el cuarto. [...]
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