Los formales y el frío, Mario Benedetti

Quién iba a prever que el amor, ese informal1
se dedicara a ellos tan formales2

mientras almorzaban por primera vez3
ella muy lenta y él no tanto4
y hablaban con sospechosa objetividad5
de grandes temas en dos volúmenes6
su sonrisa, la de ella,7
era como un augurio o una fábula8
su mirada, la de él, tomaba nota9
de cómo eran sus ojos, los de ella,10
pero sus palabras, las de él,11
no se enteraban de esa dulce encuesta12

como siempre o como casi siempre13
la política condujo a la cultura14
así que por la noche concurrieron al teatro15
sin tocarse una uña o un ojal16
ni siquiera una hebilla o una manga17
y como a la salida hacía bastante frío18
y ella no tenía medias19
sólo sandalias por las que asomaban20
unos dedos muy blancos e indefensos21
fue preciso meterse en un boliche22

y ya que el mozo demoraba tanto23
ellos optaron por la confidencia24
extra seca y sin hielo por favor25
cuando llegaron a su casa, la de ella,26
ya el frío estaba en sus labios ,los de él,27
de modo que ella fábula y augurio28
le dio refugio y café instantáneos29

una hora apenas de biografía y nostalgias30
hasta que al fin sobrevino un silencio31
como se sabe en estos casos es bravo32
decir algo que realmente no sobre33

él probó sólo falta que me quede a dormir34
y ella probó por qué no te quedas35
y él no me lo digas dos veces36
y ella bueno por qué no te quedas37
de manera que él se quedó en principio38
a besar sin usura sus pies fríos, los de ella,39
después ella besó sus labios, los de él,40
que a esa altura ya no estaban tan fríos41
y sucesivamente así42
mientras los grandes temas43
dormían el sueño que ellos no durmieron.44

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Análisis

El amor, ese “informal”. Benedetti opta en su poema “Los formales y el frío” de Poemas de otros (1974) por una estructura narrativa y en tercera persona. Nos cuenta la historia de un enamoramiento, del primer beso, de la primera noche… Sin alardes artificiosos, ni vocabulario pomposo, el poeta uruguayo atrapa en un poema la ternura de una noche inolvidable, de esas que valen toda una vida.

Llama la atención la estructura de “Los formales y el frío”. La introducción de cesuras que dividen algunos versos en dos hemistiquios, tiene, como es habitual, una función rítmica, que en este caso es aprovechada por Benedetti para remarcar imágenes, conceptos y, sobre todo, para acentuar la presencia de los dos personajes: él y ella. El amor como toma y daca fascinante, torpe, ridículo en ocasiones, pero ridículamente maravilloso.
¿Por qué “los formales”? ¿Por qué “el frío”? El poema narra, con singular precisión y lirismo un casto proceso de seducción en el que los dos enamorados, por temor a dar un paso en falso, amarrados por la torpeza fundacional de un amor verdadero, dedican el tiempo a formalidades: el tiempo, la política, la cultura.

Prolegómenos casi siempre inevitables en los que la boca dice una cosa y los ojos muestran otra. Por eso Benedetti se refiere a la sonrisa de ella y la mirada de él. El amor puede ser tan denso, que ninguna formalidad lo contiene. El amor es tan ardiente que derrite el hielo de cualquier conversación. Más temprano, o más tarde.

Benedetti usa también escenarios contrapuestos para metaforizar la evolución de esta noche estrellada. Del restaurante para la plática, pasamos al teatro para el goce intelectual. Pero es en el espacio íntimo de la casa, al calor de un café, cuando se agotan las formalidades. Y llega el silencio. Ese silencio elocuente que anuncia el paso definitivo. La sonrisa cumple el augurio. Se cierra el libro de estilo y se abre, de par en par ya, el corazón…

“Los formales y el frío” es uno de los poemas más tiernos y emocionantes de Benedetti. Observamos, a través de la mirada lírica del escritor uruguayo, a esa pareja tropezar, dudar y amar. Esa pareja que es cada uno de nosotros. Antes o después. Y mientras esos enamorados dejan dormir, por fin, los “grandes temas”, sentimos un ardiente escalofrío nostálgico recorriendo nuestra espalda.

Nota de David Rubio.

Rubio, David. Nov., 2013. Los formales y el frío, de Mario Benedetti. Poemario. Acceso en https://poemario.com/los-formales-y-el-frio/

Ejemplos de figuras literarias en Los formales y el frío

Figuras Literarias Ejemplos Descripción
Metáfora "su sonrisa, la de ella, era como un augurio o una fábula" La sonrisa de la mujer es descrita metafóricamente como un augurio o una fábula, lo que implica que tenía un significado profundo o presagiaba algo importante.
Metáfora "el frío estaba en sus labios ,los de él," El frío en los labios del hombre es una metáfora que sugiere nerviosismo o tensión.
Antítesis "mientras los grandes temas dormían el sueño que ellos no durmieron." Esta frase presenta una antítesis en la que los "grandes temas" están inactivos o "dormidos", mientras que los protagonistas están muy despiertos.
Anáfora "él probó sólo falta que me quede a dormir y ella probó por qué no te quedas" La repetición del verbo 'probar' al inicio de los versos es un ejemplo de anáfora, que se usa para enfatizar la incertidumbre y la tensión de la situación.
Paralelismo "y él no me lo digas dos veces y ella bueno por qué no te quedas" Esta línea demuestra paralelismo en la estructura de las frases, con ambos personajes alternando sus respuestas de manera similar, reflejando su interacción y creciente conexión.
Metonimia "sólo falta que me quede a dormir" El acto de quedarse a dormir se usa metonímicamente para representar una mayor intimidad o una relación más profunda entre los dos personajes.


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