Árbol de Canción, Federico García Lorca

Las ramas de un árbol se mueven y hablan, suenan con el viento. Por mucho que lo desee, no pueden separarse del propio árbol. De la misma forma que el amado, la rama del árbol, está atado una relación desde hace tiempo y no puede dejarla, la amante quiere tenerlo pero sabe que es imposible. Ella siente que ha llegado tarde.

Ella, aun sabiendo que es imposible, desea estar a su lado y es consciente de que está unida a esta persona. Ve la relación desde la distancia, mira cómo es igual día tras día. Siente que aún es posible una esperanza, un milagro, aunque todo siga igual, aunque nada cambie, aunque todo continúe de la misma forma día tras día.

En este caso estamos hablando de un poema escrito por García Lorca en el que el protagonismo del mismo no es el hombre, sino la mujer. Estamos ante un amor imposible, ante una relación que no se puede romper y, sin embargo, la posible amante del hombre que tiene pareja, desea que él la abandone por ella y así poder estar juntos.

Por lo que interpretamos cuando leemos el poema, esta mujer conoce a la mujer de su amante y entendemos que, aunque el hombre está junto a ella, parece que no hay intención de dejar a su mujer. Es por ello que la mujer sufre y siente que la relación no va hacia ningún lugar, está estancada y no parece que vaya a cambiar. Sin embargo, ella está entregado ese amor, está ligada a ese hombre y es por él que continúa a su lado.

No es que sea la temática nueva, pero si el planteamiento es completamente diferente a otros. No estamos hablando del poeta o del protagonista del poema entregado a una mujer, sino al contrario. A diferencia de otros poetas, la protagonista es aquí la mujer y es la que introduce el sentimiento amoroso. Se cambian los roles y lo femenino deja de ser algo que acompaña a alguien que no tiene iniciativa. Al contrario, es la mujer la que tiene da el primer paso y la que busca a este hombre y también la que sufre y pierde por una relación imposible.


Nota de Susana Marín.
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Poema original: Árbol de Canción

Caña de voz y gesto, 1
una vez y otra vez 2
tiembla sin esperanza 3
en el aire de ayer. 4

La niña suspirando 5
lo quería coger; 6
pero llegaba siempre 7
un minuto después. 8

¡Ay sol! ¡Ay luna, luna! 9
Un minuto después. 10
Sesenta flores grises 11
enredaban sus pies. 12

Mira cómo se mece 13
una vez y otra vez, 14
virgen de flor y rama, 15
en el aire de ayer. 16

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