El viento y el alma, Luis Cernuda

La fuerza del viento que siente el poeta es igual que la de su amada, que desea volar, ser libre. La noche es más opresiva y el deseo de liberarse crece. El viento lo sentimos en las ventanas y es como una súplica, una llamada para dejar que entre y llene el cuarto, su alma. Su alma es la amada y, como el viento, quiere marcharse, irse, ser libre. Se siente atrapada en una relación que no desea. El poeta es consciente de que se irá y parece que no hará nada para evitar que esto ocurra.

En este poema podemos diferenciar dos temas fundamentales. Por un lado el deseo de libertad del ser humano. Cada uno de nosotros, en lo más profundo de su interior desea ser libre, desea experimentar todo aquello que pueda alcanzar. Deseamos que nadie nos pare y deseamos extraer la esencia de todo aquello que vivimos. Deseamos es alma libre de la que habla el poeta y que nosotros vayamos junto a ella.

Pero por otro lado, el poeta también nos habla del amor y de las relaciones personales. Es por ello que cuando uno desea ser libre, cuando uno desea extraer lo mejor de su camino, su trayectoria vital, si mantiene una relación personal, íntima, con otra persona, es complicado poder hacerlo. Es por ello que el protagonista de este poema se da cuenta de que su deseo de una relación de pareja con la amada choca con el deseo de ella de ser libre, de vivir su vida.

En ningún momento se nos dice que no haya amor entre ellos, que no se quieran. Únicamente hay un deseo de sentir el aire fresco, de dejar volar al alma y de dejar libre el cuerpo, separarse de la persona y encontrar otros caminos, otras experiencias sin que ello suponga que no vaya a volver a su lado.

Es en este punto donde vemos que el final es abierto por que todavía no sabemos cuál va a ser la resolución de la crisis de pareja. Se intuye que él toma la decisión de dejarla libre. Sin embargo, queda en el aire porque no sabemos qué es lo que ocurre. Es por ello que sentimos que el poeta deja en el lector la decisión individual del final del poema.


Nota de Susana Marín.
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Poema original: El viento y el alma

Con tal vehemencia el viento 1
viene del mar, que sus sones 2
elementales contagian 3
el silencio de la noche. 4

Solo en tu cama le escuchas 5
insistente en los cristales 6
tocar, llorando y llamando 7
como perdido sin nadie. 8

Mas no es él quien en desvelo 9
te tiene, sino otra fuerza 10
de que tu cuerpo es hoy cárcel, 11
fue viento libre, y recuerda. 12

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