La Muerte de la Rosa, Gabriel García Márquez

La rosa muere, se pudre. Sin embargo, otra igual a su original, a su belleza, la sustituye. El espacio que las rosas muertas dejan es ocupado por otras y por sus aromas. Nadie le da nombre a una Rosa porque ya lo tiene. Es una flor temporal. Al poeta le hubiera gustado que durará más o fuese eterna. Sin embargo, como flor, aunque dure poco, deja un legado de aroma y belleza únicos. El poeta desea que Dios tenga a su lado a las rosas.

Cuando una Rosa se muere provoca en el poeta una sensación de pérdida muy importante. Sin embargo es consciente de lo sabia que es la naturaleza y de cómo esa flor, que se ha marchitado y desaparece, deja un legado en forma de nuevas rosas que aparecerán y ocuparán su espacio, manteniendo la belleza del rosal.

De la misma forma que la flor del rosal dura poco, el poeta es consciente de la temporalidad de su propia vida. El tiempo pasa para todos y, en algún momento, la muerte llegará para llevarnos a su lado. Es por ello que el poeta siente que lo importante no es la muerte, sino lo que hayamos dejado en vida.

De esta forma, el poema no solamente habla de la temporalidad sino también del importante que es dejar un legado en vida, algo que queden al recuerdo antes de que la muerte aparezca y nos lleve. De la misma forma que en rosal da nuevas flores, nosotros debemos ocuparnos de que nuestra vida tenga sentido, hacer lo mejor y buscar lo mejor para los demás y para nosotros.

Es por ello que este poema no habla de lo que hay después de la muerte, sino de lo que nosotros hacemos antes de que llegue. Nuestra vida es importante y es importante todo lo que hacemos durante ese recorrido, esa trayectoria. Las flores de un rosal nos dejan su belleza, su olor y una imagen hermosa. Nosotros debemos hacer algo parecido con nuestra vida: hemos de dejar un poso, una imagen, algo que sea esencial y que sea el mejor legado de nosotros para los demás.


Nota de Susana Marín.
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Poema original: La Muerte de la Rosa

Murió de mal de aroma 1
Rosa idéntica, exacta. 2
Subsistió a su belleza, 3
Sucumbió a su fragancia. 4
No tuvo nombre: acaso 5
La llamarían Rosaura, 6
O Rosa-fina, o Rosa 7
Del amor o Rosalía, 8
O simplemente: Rosa, 9
Como la nombra el agua. 10
Más le hubiera valido 11
Ser siempreviva, Dalia, 12
Pensamiento con luna 13
Como un ramo de acacia. 14
Pero ella será eterna: 15
Fue rosa y eso basta. 16
Dios le guarde en su reino 17
A la diestra del alba. 18

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Comentarios

  • Steffany Mar., 2022

    Hermoso poema y gracias por el claro análisis. Es hermoso este poema, que talento.

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