Hombre que mira la Luna, Mario Benedetti
Es decir la miraba porque ella1
se ocultó tras el biombo de nubes2
y todo porque muchos amantes de este mundo3
le dieron sutilmente el olivo4con su brillo reticente la luna5
durante siglos consiguió transformar6
el vientre amor en garufa cursilÃnea7
la injusticia terrestre en dolor lapizlázuli8cuando los amantes ricos la miraban9
desde sus tedios y sus pabellones10
satelizaba de lo lindo y oÃa11
que la luna era un fenómeno cultural12pero si los amantes pobres la contemplaban13
desde su ansiedad o desde sus hambrunas14
entonces la menguante entornaba los ojos15
porque tanta miseria no era para ella16hasta que una noche casualmente de luna17
con murciélagos suaves con fantasmas y todo18
esos amantes pobres se miraron a dúo19
dijeron no va más al carajo selene20se fueron a su cama de sábanas gastadas21
con acre olor a sexo deslunado22
su camanido de crujiente vaivén23y libres para siempre de la luna lunática24
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fornicaron al fin como dios manda25
o mejor dicho como dios sugiere.26
Análisis
El poeta habla en este poema de la importancia que se le da a la luna desde el punto de vista literario y cómo, desde el punto de vista social, se exagera este concepto, verificando casi su influjo en los amantes. Es un elemento imprescindible de literatura, sobre todo en un tipo de literatura muy cursi, banal y en el que el amor se vuelve muy exagerado.
Para muchos, la luna no era un satélite natural. SentÃan que la luna los rechazaba porque no podÃan ofrecer nada. Cuando la luna dejó de tener es influencia literaria, cuando las personas se dieron cuenta que el amor, una relación, era algo que tenÃa que hacerse de persona a persona todo cambio. Cuando el amor se vio como algo natural y fuera de lo marcado por la religión y lo literario, todo se volvió real, más feliz.
El poeta toma como pretexto la luna, como elemento literario en muchos poetas de épocas anteriores, para hacer una crÃtica hacia el modelo social que existió durante mucho tiempo. Todo lo relacionado con las razones personales, fueran Ãntimas o no, estaba regulado de una manera agobiante. No solamente se debÃa hacer de una manera determinada, sino que se tomaba como ejemplo e incluso norma, lo que algunos literatos escribÃan acerca del amor, la pasión, las relaciones sociales, etcétera.
Esto hizo que las personas no fueran libres y sà esclavas de lo escrito por ciertos autores y lo que la religión, desde los púlpitos, pudiera o no opinar acerca de cómo una persona se tenÃa que relacionar con otra, fueran de diferente sexo o no, lo que impedÃa una libertad de pensamiento, de acción y, sobre todo, hacÃa que la sensación de culpabilidad los casos fuera algo habitual.
Una vez que todo eso terminó, una vez que el amor dejó de ser influido a través de la literatura, lo polÃticamente correcto desde el punto de vista social, etcétera y se vio que únicamente dependÃa de que dos personas quisieran estar juntas, de la manera que fuese, intimando o no, comprometiéndose o no con otra persona, todo se hizo mucho más normal, más real. Sobre todo, hizo a una sociedad libre y que dejara de sentirse culpable para vivir de verdad.
MarÃn, Susana. Ago., 2015. Hombre que mira la Luna, de Mario Benedetti. Poemario. Acceso en https://poemario.com/hombre-que-mira-luna/
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