Morir soñando, Miguel de Unamuno

Au fait, se disait-il a lui-même, il parait que1
mon destin est de mourir en rêvant.2
(Stendhal, Le Rouge et le Noir, LXX,3
«La tranquillité»)4

Morir soñando, sí, mas si se sueña5
morir, la muerte es sueño; una ventana6
hacia el vacío; no soñar; nirvana;7
del tiempo al fin la eternidad se adueña.8

Vivir el día de hoy bajo la enseña9
del ayer deshaciéndose en mañana;10
vivir encadenado a la desgana11
¿es acaso vivir? ¿y esto qué enseña?12

¿Soñar la muerte no es matar el sueño?13
¿Vivir el sueño no es matar la vida?14
¿A qué poner en ello tanto empeño?:15

¿aprender lo que al punto al fin se olvida16
escudriñando el implacable ceño17
-cielo desierto- del eterno Dueño?18

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Análisis

El poema se inicia con una cita de la Rojo y Negro de Stendhal. Para el poeta, si sentimos la vida como un sueño, la muerte también lo es. De esta forma, el tiempo es un concepto relativo y la vida, nosotros y nuestro recuerdo es eterno. La muerte es continuación de la vida.

Lo único real es el presente, que es pasado y camino al futuro. Si pensamos que la muerte su sueño, viviremos de otra manera, disfrutando de nuestro camino. Debemos vivir sin pensar en la muerte o soñar con el futuro. Debemos vivir el presente. Debemos disfrutar de la vida sin pensar en si nos juzga Dios. Ser felices y disfrutar de nuestra trayectoria vital.

La idea de que vivimos en un mundo en el que la vida es un sueño y la muerte, de alguna manera también lo es, es recurrente en muchos poemas que toman de esta afirmación clásica un elemento para crear todo tipo de literatura, poesía… Una forma de minimizar el sufrimiento del ser humano. Es por ello que podemos extraer de este poema algunos temas muy interesantes.

Así, el poema mira a la muerte como una continuación de la vida. Es por ello que interpretamos que el poeta invita al lector, al ser humano, a no tener miedo de la muerte, a vivir su vida de una manera plena, con todas las experiencias que pueda y, cuando llegue su momento, que tenga la tranquilidad de marchar hacia un lugar mejor donde vivirá otras nuevas y mejores.

Por otro lado, también nos invita a no pensar permanentemente en la muerte como algo negativo, porque eso nos acerca más a ello, porque eso hace que nuestra mente sea mucho más negativa y que físicamente se manifieste. El poeta aboga por vivir únicamente el presente, la realidad que nos rodea y avanzar.

Todo aquello que no vivimos es pasado y únicamente tenemos que centrarnos en lo que deseamos ahora, buscarlo y conseguirlo. De esta manera, nos preocuparemos menos de la muerte, seremos mucho más felices y viviremos esas nuevas experiencias con mayor intensidad.

Nota de Susana Marín.

Marín, Susana. Sep., 2015. Morir soñando, de Miguel de Unamuno. Poemario. Acceso en https://poemario.com/morir-sonando/

Ejemplos de figuras literarias en Morir soñando

Figuras Literarias Ejemplos Descripción
Metáfora "Morir soñando, sí, mas si se sueña morir, la muerte es sueño" Expresa la idea de la muerte como un estado final de descanso o un cambio en la conciencia.
Metáfora "del tiempo al fin la eternidad se adueña" Unamundo plantea el paso inevitable del tiempo y la inmutabilidad de la muerte.
Símil "vivir encadenado a la desgana" Unamundo compara la vida con estar "encadenado a la desgana", implicando que la vida puede sentirse como una serie de obligaciones indeseadas y agotadoras.
Prosopopeya "escudriñando el implacable ceño -cielo desierto- del eterno Dueño?" Personificación del eterno Dueño (Dios o el destino) que presenta un ceño fruncido, lo que indica severidad o desaprobación, humanizando así esta entidad abstracta y superior.
Hipérbole "aprender lo que al punto al fin se olvida" Unamundo exagera la inutilidad de aprender algo solo para olvidarlo inmediatamente, lo que refuerza el tema del absurdo de la existencia.
Hiperbatón "Vivir el día de hoy bajo la enseña del ayer deshaciéndose en mañana" Marca el paso del tiempo y la efímera naturaleza de la existencia, con la inversión de la orden de las palabras para agregar énfasis poético.
Elipsis "¿y esto qué enseña?" Provoca la reflexión del lector sobre las preguntas existenciales planteadas, al mismo tiempo que lo invita a pensar las piezas faltantes con su propia interpretación.
Anáfora "¿Soñar la muerte no es matar el sueño? ¿Vivir el sueño no es matar la vida?" Repetición de "¿Soñar" y "¿Vivir" al comienzo de estas preguntas acentúa el tema central de la intersección de la vida, la muerte y los sueños.
Antítesis "¿Soñar la muerte no es matar el sueño? ¿Vivir el sueño no es matar la vida?" Estos versos contrastan la muerte y la vida, y los sueños y la realidad, en un intento de explorar su interdependencia y dualidad.
Oxímoron "cielo desierto" El término "cielo desierto" constituye un oxímoron que expresa la idea de un lugar divino que, sin embargo, parece vacío y desolado.
Paralelismo "Morir soñando, sí, mas si se sueña morir, la muerte es sueño; una ventana hacia el vacío; no soñar; nirvana" Unamundo usa el paralelismo para equilibrar la idea de soñar, morir y no soñar, lo que a su vez representa la relación entre la vida, la muerte y la trascendencia.