Si tú me dices «¡Ven!», Amado Nervo
El poeta tiene una relación con una mujer pero ama profundamente a otra y, si esta última quiere estar con él, lo dejara todo por estar a su lado. Ella está en lo más profundo de su alma y le hace sentir vivo, le hace sentir único, una persona totalmente diferente. Lo dejaría todo por ella en cualquier momento de su vida, incluso en el final de su trayectoria vital. Desea dárselo todo, como el novio en una boda. Hay una entrega total del poeta hacia ella.
En este poema se nos habla del amor verdadero que aparece cuando menos lo esperamos. No importa que estemos solos, con pareja, con una familia, etcétera. Cuando aparece puede trastocar todos nuestros sentimientos y hacer que renunciemos a todo lo que tenemos para vivir una nueva relación, iniciar un camino completamente diferente al margen de todos y de todo.
Cuando aparece el amor verdadero no importa lo que hayamos sentido hasta ese momento. Tampoco importan las consecuencias de las decisiones que tomemos para estar con esa persona que amamos. Lo esencial es que somos capaces de renunciar a lo que sea para vivir esa experiencia, esa nueva vida que nunca habíamos tenido anteriormente.
Cuando encontramos el amor verdadero, si tenemos pareja, no pensamos en lo que supone romper una relación por otra que pensamos y sentimos que va a ser única y para siempre. El protagonista del poema tiene claro que él lo dejaría todo por la persona que ama, que no es con la que está en ese momento.
El amor verdadero nos transforma por completo, cambia nuestra manera sentir, todo lo que nos rodea y, sobre todo, nos hace sentir de una manera clara qué es lo que queremos hacer y cómo hacerlo, tomando decisiones cuyas consecuencias aceptamos. No se mira atrás, únicamente hacia adelante porque es lo que deseamos hacer con la persona con la que nos marchamos.
Además, como dice el poema en la última estrofa, el amor verdadero es entregarse a ella de la misma forma que lo hace un novio en una bolsa. Hay una entrega total desde el punto de vista físico, emocional, espiritual y sentimental. Vemos la realidad con otros ojos los ojos y a la persona con la que estamos como parte esencial de nuestra vida.
Poema original: Si tú me dices «¡Ven!»
Si tú me dices «¡ven!», lo dejo todo... 1
No volveré siquiera la mirada 2
para mirar a la mujer amada... 3
Pero dímelo fuerte, de tal modo 4que tu voz, como toque de llamada, 5
vibre hasta el más íntimo recodo 6
del ser, levante el alma de su lodo 7
y hiera el corazón como una espada. 8Si tú me dices «¡ven!», todo lo dejo. 9
15
Llegaré a tu santuario casi viejo, 10
y al fulgor de la luz crepuscular; 11
mas he de compensarte mi retardo, 12
difundiéndome ¡Oh Cristo! ¡como un nardo 13
de perfume sutil, ante tu altar! 14
Comentarios
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Said Chacón Nov., 2022
Para mí lo que dice Nelly Barrios y Tony es lo correcto… esta hablándole a Dios.
En mi caso yo suelo usar las primeras palabras: Si tu me dices ven, lo dejo todo…. eso se lo digo regularmente a mi esposa cuando me pide ayuda o apoyo para algo. Trato de darle a entender que por ella haría y/ó dejaría «todo»♡ -
Nely Barrios Jun., 2022
Yo entiendo que este poema va dirigido a Cristo, no a una mujer. Porque al llamado de Dios deja incluso a la mujer amada, y Cristo es el único ser que puede sacar el alma de su lodo en lugar de hundirla más. También la palabra de Dios es como una espada de dos filos que penetra hasta partir el alma. Y en la última estrofa se dirije específicamente a Cristo, a su santuario y a su altar.
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Tony Mar., 2022
Notense las expresiones religiosas utilizadas en el poema, para mi esta hablando del llamado del ser supremo, tal como un dia Pedro dejo todo para seguir al Maestro…..
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Antonio Feb., 2022
Gracias, no entendia porque la sacaria del lodo o si el estaba interesado en irse para el lodo