Dame la Mano, Gabriela Mistral

El amor, desde el punto de vista femenino, es muy importante y muy ricos en matices. Ejemplo de ello es este poema de Gabriela Mistral. La poeta ama y quiere ser correspondida por la persona que desee. Ella siempre estará a su lado y desea ser uno con ella, como una flor y su tallo.

Quiere un camino común en todo y un futuro, una vida plena con todos sus frutos. La poeta encuentra la belleza y la esperanza personalizadas y las siente como modo de vida. Desea ser uno con ellas, quiere que estas sean parte de su camino vital y, al mismo tiempo, base sólida de la relación con las personas que la amen.

En ocasiones, los sentimientos se expresan mejor en pequeños poemas y breves versos, que en estrofas sucesivas de sentimientos que, al final, son una repetición de la misma idea una y otra vez. En este caso, Gabriela Mistral expresa escribe un poema íntimo, personal y profundo de una manera sencilla y, sobre todo de manera directa y muy clara al lector.

También podemos intuir, a través del poema como los sentidos juega un papel muy importante en los sentimientos de la autora. Así, el tacto a través de las manos, el olfato, a través de las flores y su aroma, que pueden hacernos recordar un momento de nuestra vida y a una persona. El oído, a través de la música que les hace bailar, y la vista porque la presencia de la persona para ella es importante. En este breve texto omite el sentido del gusto.

De esta manera podemos observar que en la poesía de esta autora es muy importante el reflejo de los sentimientos y también como estos se representan a través de los sentidos. Esto es algo que en la literatura de autores masculinos no aparece o, si lo hace, no es tan clara como en la poesía femenina. Lo que sí es evidente también es que el amor es algo muy importante y que busca expresarse de una manera más explícita y directa. Hay una necesidad de no hacer rodeos, para que la otra persona entienda lo que la amada quiere comunicar.


Nota de Susana Marín.
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Poema original: Dame la Mano

Dame la mano y danzaremos; 1
dame la mano y me amarás. 2
Como una sola flor seremos, 3
como una flor, y nada más... 4

El mismo verso cantaremos, 5
al mismo paso bailarás. 6
Como una espiga ondularemos, 7
como una espiga, y nada más. 8

Te llamas Rosa y yo Esperanza; 9
pero tu nombre olvidarás, 10
porque seremos una danza 11
en la colina y nada más... 12

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Comentarios

  • Saul Muñoz Lopez Oct., 2022

    Danza, dando la mano. Me recuerda a los aquellares de Zugarramundi. Y la , dependencia, queda, absoleta… de los, todo lo que él, fue. O fueron, ya, por Dios. A la tercera, voluntad, de el estigma, de las danzas. No, fue, asi… deber, o tienes… si, compasivamente. No, ya, si, de el cimiento, dependes. Saludos, Gabriela. Mistral. Por el cielo, que es mi contrario, andamos.

  • Macarena Velásquez Jul., 2022

    Este poema lo aprendí de niña cantándolo en una ronda… Amo a Gabriela Mistral y su obra, gracias infinitas por esa foto maravillosa de ella sonriendo, nunca la había visto así

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