La Cautiva, José De Espronceda

Ya el sol esconde sus rayos,1
el mundo en sombras se vela,2
el ave a su nido vuela.3
Busca asilo el trovador.4

Todo calla: en pobre cama5
duerme el pastor venturoso:6
en su lecho suntüoso7
se agita insomme el señor.8

Se agita; mas ¡ay! reposa9
al fin en su patrio suelo;10
no llora en mísero duelo11
la libertad que perdió.12

Los campos ve que a su infancia13
horas dieron de contento,14
su oído halaga el acento15
del país donde nació.16

No gime ilustre cautivo17
entre doradas cadenas,18
que si bien de encanto llenas,19
al cabo cadenas son.20

Si acaso, triste lamenta,21
en torno ve a sus amigos,22
que, de su pena testigos,23
consuelan su corazón.24

La arrogante erguida palma25
que en el desierto florece,26
al viajero sombra ofrece,27
descanso y grato manjar.28

Y, aunque sola, allí es querida29
del árabe errante y fiero,30
que siempre va placentero31
a su sombra a reposar.32

Mas ¡ay triste! yo cautiva,33
huérfana y sola suspiro,34
el clima extraño respiro,35
y amo a un extraño también.36

No hallan mis ojos mi patria;37
humo han sido mis amores;38
nadie calma mis dolores39
y en celos me siento arder.40

¡Ah! ¿Llorar? ¿Llorar?... no puedo41
ni ceder a mi tristura,42
ni consuelo en mi amargura43
podré jamás encontrar.44

Supe amar como ninguna,45
supe amar correspondida;46
despreciada, aborrecida,47
¿no sabré también odiar?48

¡Adiós, patria! ¡adiós, amores!49
La infeliz Zoraida ahora50
sólo venganzas implora,51
ya condenada a morir.52

No soy ya del castellano53
la sumisa enamorada:54
soy la cautiva cansada55
ya de dejarse oprimir.56

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