Poemario

Tristes calles derechas, agrisadas e iguales, 1
por donde asoma, a veces, un pedazo de cielo, 2
sus fachadas oscuras y el asfalto del suelo 3
me apagaron los tibios sueños primaverales. 4

Cuánto vagué por ellas, distraída, empapada 5
en el vaho grisáceo, lento, que las decora. 6
De su monotonía mi alma padece ahora. 7
—¡Alfonsina!—No llames. Ya no respondo a nada. 8

Si en una de tus casas, Buenos Aires, me muero 9
viendo en días de otoño tu cielo prisionero 10
no me será sorpresa la lápida pesada. 11

Que entre tus calles rectas, untadas de su río 12
apagado, brumoso, desolante y sombrío, 13
cuando vagué por ellas, ya estaba yo enterrada. 14

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