Sucio, Mal Vestido, Roberto Bolaño Ávalos

En el camino de los perros mi alma encontró1
a mi corazón. Destrozado, pero vivo,2
sucio, mal vestido y lleno de amor.3
En el camino de los perros, allí donde no quiere ir nadie.4
Un camino que sólo recorren los poetas5
cuando ya no les queda nada por hacer.6
¡Pero yo tenía tantas cosas que hacer todavía!7
Y sin embargo allí estaba: haciéndome matar8
por las hormigas rojas y también9
por las hormigas negras, recorriendo las aldeas10
vacías: el espanto que se elevaba11
hasta tocar las estrellas.12
Un chileno educado en México lo puede soportar todo,13
pensaba, pero no era verdad.14
Por las noches mi corazón lloraba. El río del ser, decían15
unos labios afiebrados que luego descubrí eran los míos,16
el río del ser, el río del ser, el éxtasis17
que se pliega en la ribera de estas aldeas abandonadas.18
Sumulistas y teólogos, adivinadores19
y salteadores de caminos emergieron20
como realidades acuáticas en medio de una realidad metálica.21
Sólo la fiebre y la poesía provocan visiones.22
Sólo el amor y la memoria.23
No estos caminos ni estas llanuras.24
No estos laberintos.25
Hasta que por fin mi alma encontró a mi corazón.26
Estaba enfermo, es cierto, pero estaba vivo.27

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