Lamentación de Octubre, Porfirio Barba Jacob
Yo no sabía que el azul mañana1
es vago espectro del brumoso ayer;2
que agitado por soplos de centurias3
el corazón anhela arder, arder.4Siento su influjo, y su latencia, y cuando5
quiere sus luminarias encender.6Pero la vida está llamando,7
y ya no es hora de aprender.8Yo no sabía que tu sol, ternura,9
da al cielo de los niños rosicler,10
y que, bajo el laurel, el héroe rudo11
algo de niño tiene que tener.12¡Oh, quién pudiera de niñez temblando,13
a un alba de inocencia renacer!14
Pero la vida está pasando,15
y ya no es hora de aprender.16Yo no sabía que la paz profunda17
del afecto, los lirios del placer,18
la magnolia de luz de la energía,19
lleva en su blando seno la mujer.20Mi sien rendida en ese seno blando,21
un hombre de verdad pudiera ser...22¡Pero la vida está acabando,23
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y ya no es hora de aprender!24
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