Un Hombre, Porfirio Barba Jacob
Al doctor Eduardo Santos.Los que no habéis llevado en el corazón el túmulo 1
de un Dios, 2
ni en las manos la sangre de un homicidio, 3
los que no comprendéis el horror de la conciencia 4
ante el universo, 5
los que no sentís el gusano de una cobardía 6
que os roe sin cesar las raíces del ser, 7
los que no merecéis ni un honor supremo, 8
ni una suprema ignominia. 9Los que gozáis las cosas sin ímpetus ni vuelcos, 10
sin radiaciones íntimas, igual y cotidianamente fáciles, 11
los que no devanáis la ilusión del espacio y el tiempo, 12
y pensáis que la vida es esto que miramos, 13
y una ley, un amor, un ósculo y un niño. 14Los que tomáis el trigo del surco rencoroso 15
y lo coméis con manos limpias y modos apacibles, 16
los que decís “Está amaneciendo” 17
y no lloráis el milagro del lirio del alba. 18Los que no habéis logrado siquiera ser mendigos, 19
hacer el pan y el lecho con vuestras propias manos 20
en los tugurios del abandono y la miseria, 21
y en la mendicidad mirar los días 22
en una tortura sin pensamientos. 23Los que no habéis gemido de horror y de pavor, 24
como entre duras barras, 25
en los abrazos férreos de una pasión inicua, 26
mientras se quema el alma en fulgor iracundo, 27
muda, lúgubre, 28
vaso de oprobio y lámpara de sacrificio universal: 29Vosotros no podéis comprender el sentido doloroso 30
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de esta palabra: ¡UN HOMBRE! 31