Tu cuerpo está a mi lado, Jaime Sabines
Tu cuerpo está a mi lado1
24
fácil, dulce, callado.2
Tu cabeza en mi pecho se arrepiente3
con los ojos cerrados4
y yo te miro y fumo5
y acaricio tu pelo enamorado.6
Esta mortal ternura con que callo7
te está abrazando a ti mientras yo tengo8
inmóviles mis brazos.9
Miro mi cuerpo, el muslo10
en que descansa tu cansancio,11
tu blando seno oculto y apretado12
y el bajo y suave respirar de tu vientre13
sin mis labios.14
Te digo a media voz15
cosas que invento a cada rato16
y me pongo de veras triste y solo17
y te beso como si fueras tu retrato.18
Tú, sin hablar, me miras19
y te aprietas a mí y haces tu llanto20
sin lágrimas, sin ojos, sin espanto.21
Y yo vuelvo a fumar, mientras las cosas22
se ponen a escuchar lo que no hablamos.23
Análisis
El poeta y la amada están desnudos, seguramente después del sexo. Descansan. Ella tiene su cabeza en el pecho del amado, como avergonzada. El humo del cigarrillo que fuma es el que acaricia a la amante, es el apoyo de la amada físicamente. El poeta se ve a sí mismo y a la amada desnudos.
Nota la respiración de ella, que expresa tanto como las palabras. Susurra a la amada palabras sin sentido. La quiere, pero nota cierta distancia entre ellos, ese arrepentimiento que nombra al principio. Algo pasa con ella con ella, llora. Ese sentimiento de lejanía aumenta y el poeta se da cuenta que no hace falta hablar. Todo se ha dicho sin palabras. Ese cigarro que fuma puede ser el último.
Nuevamente, el final de una relación es la temática principal de un poema. Sin embargo, en este caso se hace desde otro punto de vista. La escena es inusual porque se centra en el después del acto sexual. Ambos están en la cama, juntos y a la vez separados. Hay contacto físico y, sin embargo, el protagonista de estos versos siente que está alejada de él.
No hay intercambio de miradas, no hay complicidad. Únicamente hay un paso del tiempo que parece que será algo inevitable. Él se da cuenta de que ella está diciendo algo sin palabras y es capaz de interpretar lo que pasa. La relación se ha terminado y ese es el último día que van a estar juntos, que van a hacer el amor, que van a vivir unidos.
De la misma manera que el humo es lo único que hay de contacto entre ambos, las caricias se han terminado y se convierten también humo. El amor ha desaparecido y ese acto sexual terminado es lo más doloroso que puede haber los dos amantes, al ser conscientes de que nunca más se repetirá, que ambas pieles se separarán de manera definitiva.
Sin embargo, esa certeza del final de la relación va unida a un momento sexual y, sin embargo, carece de sentimientos. Es como si no debiera haber pasado. Así, ella está triste pero no lo expresa con lágrimas y el no intenta un acercamiento porque sabe que eso sería más negativo, sería peor. Y es por eso que vemos que lo único que pasa es el tiempo y lo único que está cerca y, se alarga de manera artificial, es el momento en que ambos amantes se levanten de la cama y se separen definitivamente.
Marín, Susana. Nov., 2015. Tu cuerpo está a mi lado, de Jaime Sabines. Poemario. Acceso en https://poemario.com/cuerpo-esta-lado/
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