La caricia perdida, Alfonsina Storni

Análisis

La poeta desea amar y ser amada, pero está sola y el único sentimiento de cariño, amoroso, le es dado por la brisa, el aire. La mujer siente que tiene mucho amor que dar y lo dará a aquel que la busque. Aun así sigue sola. Quien busque amor sincero, calor humano, de mujer, aunque sea algo pasajero, ella lo ofrecerá. El miedo que tiene la poeta, la mujer, es que nadie la ame y se la relegue a un recuerdo, al olvido.

Cuando acabamos de leer este poema sentimos que estamos ante una mujer, ante una protagonista de un poema que siente que el paso del tiempo poco a poco la va relegando a un segundo plano desde el punto de vista sexual, amoroso. Ella desea amar, tiene mucho amor que dar en ese aspecto y, sin embargo, aunque no se dice que sea rechazada, intuimos que está en una edad, en un momento de su vida en el que para otras personas no es atractiva.

El deseo de amar por parte de esta mujer es tal que no le importa si la relación, con la persona que la corresponda, es esporádica, pasajera. Prefiere tener ese contacto a no tener nada. De alguna manera siente que poco a poco se va volviendo un objeto, algo casi inerte que está ahí, que está presente pero que carece de valor para los demás.

Estamos ante una mujer llena de vida, ante una mujer con sentimientos y, sobre todo, que desea amar, que siente que aún es joven por dentro y que tiene mucho que dar en una relación. No piensa que el tren de la felicidad ha pasado definitivamente. Quiere volver a sentirse joven, femenina, mujer.

La poeta pone encima de la mesa algo que pocas veces se toca en la poesía, a menos que sea a través de una autora femenina. El amor en la madurez. Desde el punto de vista masculino siempre se habla del amor a mujeres más jóvenes, a las relaciones que se tienen y cómo éstas vienen y van.

Sin embargo, desde el punto de vista femenino, cuesta mucho más, a partir de cierta edad, tener relaciones íntimas y personales con otros hombres. De alguna manera, los convencionalismos sociales hacen que la mujer, a partir de cierto momento de su vida, sea apartada de lo sexual, de lo sensual, de lo amoroso y se le relega a un espacio en el que es una mera espectadora de lo que pasa delante de ella.

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Ejemplos de figuras literarias en La caricia perdida

Figura literaria	Ejemplo	Descripción
Metáfora	"Se me va de los dedos la caricia sin causa"	La "caricia sin causa" que se va de los dedos del poeta es una metáfora que expresa la pérdida de una oportunidad de amor o la sensación de deseo insatisfecho.
Metáfora	"la caricia que vaga sin destino ni objeto"	La caricia que vaga sin destino ni objeto es una metáfora que describe un amor no correspondido o una pasión inútil.
Antítesis	"que te toma y te deja, que te logra y se va."	El poeta presenta un contraste fuerte entre la toma y la liberación, entre el logro y la pérdida, reflejando la naturaleza efímera y a veces contradictoria del amor.
Prosopopeya	"si es el aire quien teje la ilusión de besar"	El poeta personifica al aire, dándole la capacidad de tejer la ilusión de un beso, sugiriendo que incluso en la ausencia de un amante, la sensación de amor puede ser creada.
Hiperbatón	"Están solos los floridos senderos"	La alteración del orden normal de las palabras enfatiza la soledad de los senderos floridos, una imagen que puede reflejar la soledad del poeta.
Anáfora	"si en los ojos te besan esta noche, viajero, si estremece las ramas un dulce suspirar"	La repetición de la conjunción "si" al comienzo de los versos crea un ritmo y resalta cada condición o posibilidad que el poeta propone.
Oxímoron	"la caricia perdida ¿quién la recogerá?"	La combinación de "caricia perdida" y la pregunta de quién la recogerá crea una imagen contradictoria, reflejando la inutilidad y la tristeza del amor no correspondido.
Paralelismo	"que te toma y te deja, que te logra y se va"	La estructura paralela de estos versos enfatiza la naturaleza efímera y a veces contradictoria del amor, que puede ser tanto una fuente de placer como de dolor.

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