El Bisonte, Jorge Luis Borges

Montañoso, abrumado, indescifrable,1
rojo como la brasa que se apaga,2
anda fornido y lento por la vaga3
soledad de su páramo incansable.4

El armado testuz levanta. En este5
antiguo toro de durmiente ira,6
veo a los hombres rojos del Oeste7
y a los perdidos hombres de Altamira.8

Luego pienso que ignora el tiempo humano,9
cuyo espejo espectral es la memoria.10
El tiempo no lo toca ni la historia11

de su decurso, tan variable y vano.12
Intemporal, innumerable, cero,13
es el postrer bisonte y el primero.14

15

En formato PDF
PDF El Bisonte


Análisis

Borges y los animales, otro tema enjundioso que ha provocado diversos debates y algunas tesis y ensayos muy interesantes. En el poema que nos ocupa, el animal elegido es el bisonte. Recordamos al menos otro poema en el que el escritor argentino usa el bisonte como vehículo para sus reflexiones filosóficas. Se llama “El advenimiento” y es una preciosa pieza inspirada en la Cueva de Altamira (Cantabria) que cuenta con uno de los ciclos pictóricos prehistóricos más importantes del mundo.

Si Borges visitó Altamira, tuvo mucha suerte. De hecho, recientemente ha estado cerrada al público durante más de una década. De cualquier forma, es evidente que Altamira causó un profundó impacto en el escritor. De nuevo, la cueva aparece en este poema titulado sencillamente “El bisonte”.

Borges aprovecha el carácter icónico del bisonte para reflexionar sobre el tiempo y la eternidad

Este animal es una de las figuras icónicas del arte rupestre y Borges aprovecha este carácter icónico del bisonte para reflexionar sobre el tiempo y la eternidad, sobre el individuo y el arquetipo. Como sucede en muchas ocasiones, Borges lleva un símbolo a su terreno, y en este caso, la especulación sobre el concepto del tiempo vuelve a estar detrás del poema.

Borges opta, como en otros muchos de sus poemas, por el soneto, forma clásica por excelencia que el argentino también gustaba cultivar

En el primer verso del primer cuarteto, incluye una enumeración, recurso también habitual en la última fase de su producción. Borges describe al bisonte en su espacio.

En el segundo cuarteto, Borges ya incluye al ser humano, elemento clave de la significación del poema. El poeta ve en los ojos del bisonte al indio de América y, por supuesto, al hombre de Altamira.

Y en la tercera estrofa se dan las claves de la reflexión del poeta. De hecho, Borges no se anda por las ramas y afirma que está pesando. Mientras el poeta mira (o recuerda) al bisonte llega a una conclusión: el animal está fuera del tiempo, el arquetipo bisonte es eterno, porque vive en la eternidad del instante, un concepto clásico en el corpus borgeano al que, en este caso, llega al poner frente a frente, al ser humano con el animal.

El animal no es pasado ni futuro, es instante y por eso es eterno

El bisonte no está preocupado por el tiempo humano, es “cero”, es el primero y el último, mientras que el ser humano es “uno”, es devenir, es un sujeto material marcado y definido por el paso del tiempo. El animal, sin embargo, no es pasado, ni futuro; es solo instante, y por eso es eterno.

Con “El bisonte”, Borges no vuelve a mecer en su compleja concepción filosófica del tiempo que en este caso nos deja peor parados a nosotros, como individuos.

Nota de David Rubio.

Rubio, David. Ene., 2016. El Bisonte, de Jorge Luis Borges. Poemario. Acceso en https://poemario.com/bisonte/

Ejemplos de figuras literarias en El Bisonte

Figura Literaria Ejemplo Descripción
Metáfora "rojo como la brasa que se apaga" Este verso compara el color del bisonte con una brasa que se apaga, transmitiendo una imagen de algo poderoso que está decayendo o perdiendo su fuerza.
Prosopopeya (Personificación) "El armado testuz levanta" Se le atribuyen características humanas al bisonte, como la acción de "levantar" su cabeza, humanizando al animal y dando a entender un acto consciente.
Metonimia "veo a los hombres rojos del Oeste" El poeta usa "hombres rojos" para referirse a los nativos americanos, utilizando un rasgo característico para representar a todo el grupo.
Anáfora "El tiempo no lo toca ni la historia" Comienza dos líneas consecutivas con la misma estructura "El tiempo no" y "ni la historia", para enfatizar la resistencia del bisonte a estos conceptos humanos.
Antítesis "Intemporal, innumerable, cero" Coloca en contraposición ideas como "intemporal" y "cero" para resaltar la paradoja de la existencia del bisonte, fuera del tiempo pero a la vez marcando un inicio.
Elipsis "Montañoso, abrumado, indescifrable," Se omite un sujeto o verbo claro, dejando que las palabras adjetivas describan al bisonte de manera indirecta, creando una atmósfera de misterio.
Oxímoron "antiguo toro de durmiente ira" Combina la idea de algo antiguo y potencialmente pasivo ("durmiente") con "ira", sugiriendo una fuerza contenida que todavía existe dentro del bisonte.
Paralelismo "El tiempo no lo toca ni la historia / de su decurso, tan variable y vano." Hay una repetición en la estructura de estas dos líneas que equilibra la idea de que ni el tiempo ni la historia afectan al bisonte.
Hipérbole "cero, es el postrer bisonte y el primero." Exagera la posición del bisonte como si fuera el último y al mismo tiempo el primero, amplificando su significado simbólico.


Firme con su comentario

*Todos los mensajes son moderados; su email jamás aparece ni se comparte.

  • Mariano Feb., 2022

    Cuando un infante recorta para si una palabra que le muestra el mundo, es un pacto fundamental.Es eterno porque está fuera del tiempo y se vuelve incansable su búsqueda perdida. Digamos bisonte o pecho de mamá.