Silencio, Francisco Luis Bernárdez

No digas nada, no preguntes nada.1
Cuando quieras hablar, quédate mudo:2
que un silencio sin fin sea tu escudo3
y al mismo tiempo tu perfecta espada.4

No llames si la puerta está cerrada,5
no llores si el dolor es más agudo,6
no cantes si el camino es menos rudo,7
no interrogues sino con la mirada.8

Y en la calma profunda y transparente9
que poco a poco y silenciosamente10
inundará tu pecho de este modo,11

sentirás el latido enamorado12
con que tu corazón recuperado13
te irá diciendo todo, todo, todo.14

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