Recorriéndote, Gioconda Belli
Quiero morder tu carne,1
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salada y fuerte,2
empezar por tus brazos hermosos3
como ramas de ceibo,4
seguir por ese pecho con el que sueñan mis sueños5
ese pecho—cueva donde se esconde mi cabeza6
hurgando la ternura,7
ese pecho que suena a tambores y vida continuada.8
Quedarme allí un rato largo9
enredando mis manos10
en ese bosquecito de arbustos que te crece11
suave y negro bajo mi piel desnuda12
seguir después hacia tu ombligo13
hacia ese centro donde te empieza el cosquilleo,14
irte besando, mordiendo,15
hasta llegar allí16
a ese lugarcito17
-apretado y secreto-18
que se alegra ante mi presencia19
que se adelanta a recibirme20
y viene a mí21
en toda su dureza de macho enardecido.22
Bajar luego a tus piernas23
firmes como tus convicciones guerrilleras,24
esas piernas donde tu estatura se asienta25
con las que vienes a mí26
con las que me sostienes,27
las que enredas en la noche entre las mías28
blandas y femeninas.29
Besar tus pies, amor,30
que tanto tienen aun que recorrer sin mí31
y volver a escalarte32
hasta apretar tu boca con la mía,33
hasta llenarme toda de tu saliva y tu aliento34
hasta que entres en mí35
con la fuerza de la marea36
y me invadas con tu ir y venir37
de mar furioso38
y quedemos los dos tendidos y sudados39
en la arena de las sábanas.40
Firme con su comentario