Mujer Irredenta, Gioconda Belli
Hay quienes piensan 1
que he celebrado en exceso 2
los misterios del cuerpo 3
la piel y su aroma de fruta. 4¡Calla, mujer! me ordenan 5
No nos aburras más con tu lujuria 6
Vete a la habitación 7
Desnúdate 8
Haz lo que quieras 9
Pero calla 10
No lo pregones a los cuatro vientos. 11Una mujer es frágil, leve, maternal; 12
en sus ojos los velos del pudor 13
la erigen en eterna vestal de todas las virtudes. 14
Una mujer que goza es un mar agitado 15
donde sólo es posible el naufragio. 16Cállate. No hables más de vientres y humedades. 17
Era quizás aceptable que lo hicieras en la juventud. 18
Después de todo, en esa época, siempre hay lugar para el desenfreno. 19
Pero ahora, cállate. 20Ya pronto tendrás nietos. Ya no te sientan las pasiones. 21
No bien pierde la carne su solidez 22
debes doblar el alma 23
ir a la Iglesia 24
tejer escarpines 25
y apagar la mirada con el forzado decoro de la menopausia. 26Me instalo hoy a escribir 27
para los Sumos Sacerdotes de la decencia 28
para los que, agotados los sucesivos argumentos, 29
nos recetan a las mujeres la vejez prematura 30
la solitaria tristeza 31
el espanto precoz a las arrugas. 32¡Ah! Señores; no saben ustedes 33
39
cuánta delicia esconden los cuerpos otoñales 34
cuánta humedad, cuánto humus 35
cuánto fulgor de oro oculta el follaje del bosque 36
donde la tierra fértil 37
se ha nutrido de tiempo. 38