No sé. Lo ignoro.1
Desconozco todo el tiempo que anduve2
sin encontrarla nuevamente.3
¿Tal vez un siglo? Acaso.4
Acaso un poco menos: noventa y nueve años.5
¿O un mes? Pudiera ser. En cualquier forma,6
un tiempo enorme, enorme, enorme.7

Al fin, como una rosa súbita,8
repentina campánula temblando,9
la noticia.10
Saber de pronto11
que iba a verla otra vez, que la tendría12
cerca, tangible, real, como en los sueños.13
¡Qué explosión contenida!14
¡Qué trueno sordo15
rodándome en las venas,16
estallando allá arriba17
bajo mi sangre, en una18
nocturna tempestad!19
¿Y el hallazgo, en seguida? ¿Y la manera20
de saludarnos, de manera21
que nadie comprendiera22
que ésa es nuestra propia manera?23
Un roce apenas, un contacto eléctrico,24
un apretón conspirativo, una mirada,25
un palpitar del corazón26
gritando, aullando con silenciosa voz.27

Después28
(ya lo sabéis desde los quince años)29
ese aletear de las palabras presas,30
palabras de ojos bajos,31
penitenciales,32
entre testigos enemigos.33
Todavía34
un amor de «lo amo»,35
de «usted», de «bien quisiera,36
pero es imposible»... De «no podemos,37
no, piénselo usted mejor»...38
Es un amor así,39
es un amor de abismo en primavera,40
cortés, cordial, feliz, fatal.41
La despedida, luego,42
genérica,43
en el turbión de los amigos.44
Verla partir y amarla como nunca;45
seguirla con los ojos,46
y ya sin ojos seguir viéndola lejos,47
allá lejos, y aun seguirla48
más lejos todavía,49
hecha de noche,50
de mordedura, beso, insomnio,51
veneno, éxtasis, convulsión,52
suspiro, sangre, muerte...53
Hecha54
de esa sustancia conocida55
con que amasamos una estrella.56

57

En formato PDF

Facebook

Twitter

WhatsApp