El niño y el buey, Rafael Pombo
El niño-¿En qué piensas todo el día1
Tendido sobre la yerba?2
Parécesme un gran doctor3
Embelesado en su ciencia.4El buey-La ciencia, niño querido5
No es lo que a mí me alimenta;6
Esa es fruta del estudio,7
Con que Dios al hombre obsequia.8Fuera el pensar para mí,9
Pobre animal, ardua empresa;10
Prefiero hacer treinta surcos11
Antes que aprender dos letras.12Mascar bien, me importa más13
Que una lección en la escuela.14
Con las muelas masco yo,15
Tú, niño, con la cabeza.16Pero si anhelas ser sabio17
Ojalá viéndome aprendas18
A rumiar, y rumiar mucho,19
Cada bocado de ciencia.20El digerir, no el comer,21
Es lo que al cuerpo aprovecha,22
Y el alma, cuerpo invisible,23
Tiene que seguir tal regla.24Sin rumiarlo bien, no engullas25
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Ni una línea, ni una letra;26
El que aprende como un loro,27
Loro ignorante se queda.28
Firme con su comentario
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Héctor Serrano Nov., 2023
Sabio poema para tener presente en tiempo de tanto loro repitiendo sin digerir lo aprendido.
