Martín Fierro (2. Ninguno me hable de penas…), José Hernández

¿Cuándo? Publicado en , en el libro Martín Fierro.
II

Ninguno me hable de penas,1
porque yo penando vivo,2
y naides se muestre altivo3
aunque en el estribo esté,4
que suele quedarse a pie5
el gaucho más alvertido.6

Junta esperencia en la vida7
hasta pa dar y prestar8
quien la tiene que pasar9
entre sufrimiento y llanto;10
porque nada enseña tanto11
como el sufrir y el llorar.12

Viene el hombre ciego al mundo,13
cuartiándolo la esperanza,14
y a poco andar ya lo alcanzan15
las desgracias a empujones;16
¡la pucha, que trae liciones17
el tiempo con sus mudanzas!18

Yo he conocido esta tierra19
en que el paisano vivía20
y su ranchito tenía21
y sus hijos y mujer...22
Era una delicia el ver23
cómo pasaba sus días.24

Entonces... cuando el lucero25
brillaba en el cielo santo26
y los gallos con su canto27
nos decían que el día llegaba,28
a la cocina rumbiaba29
el gaucho... que era un encanto.30

Y sentao junto al jogón31
a esperar que venga el día,32
al cimarrón se prendía33
hasta ponerse rechoncho,34
mientras su china dormía35
tapadita con su poncho.36

Y apenas la madrugada37
empezaba a coloriar,38
los pájaros a cantar39
y las gallinas a apiarse,40
era cosa de largarse41
cada cual a trabajar.42

Este se ata las espuelas43
se sale el otro cantando,44
uno busca un pellón blando45
éste un lazo, otro un rebenque,46
y los pingos relinchando47
los llaman dende el palenque.48

El que era pión domador49
enderezaba al corral50
ande estaba el animal51
bufidos que se las pela52
y más malo que su agüela53
se hacía astillas el bagual.54

Y allí el gaucho inteligente55
en cuanto el potro enriendó,56
los cueros le acomodó57
y se le sentó en seguida,58
que el hombre muestra en la vida59
la astucia que Dios le dio.60

Y en las playas corcoviando61
pedazos se hacía el sotreta62
mientras él por las paletas63
le jugaba las lloronas64
y al ruido de las caronas65
salía haciéndose gambetas.66

¡Ah tiempos!... ¡Si era un orgullo67
ver jinetiar un paisano!68
Cuando era gaucho baquiano,69
aunque el potro se boliase,70
no había uno que no parase71
con el cabresto en la mano.72

Y mientras domaban unos,73
otros al campo salían,74
y la hacienda recogían,75
las manadas repuntaban,76
y ansí sin sentir pasaban77
entretenidos el día.78

Y verlos al cáir la noche79
en la cocina riunidos,80
con el juego bien prendido81
y mil cosas que contar,82
platicar muy divertidos83
hasta después de cenar.84

Y con el buche bien lleno85
era cosa superior86
irse en brazos del amor87
a dormir como la gente,88
pa empezar al día siguiente89
las fáinas del día anterior.90

Ricuerdo ¡qué maravilla!91
cómo andaba la gauchada,92
siempre alegre y bien montada93
y dispuesta pa el trabajo;94
pero hoy en el día... ¡barajo!95
no se le ve de aporriada.96

El gaucho más infeliz97
tenía tropilla de un pelo,98
no le faltaba un consuelo99
y andaba la gente lista...100
Tendiendo al campo la vista101
no vía sino hacienda y cielo.102

Cuando llegaban las yerras,103
¡cosa que daba calor104
tanto gaucho pialador105
y tironiador sin yel!106
¡Ah tiempos... pero si en él107
se ha visto tanto primor!108

Aquéllo no era trabajo,109
más bien era una junción,110
y después de un güen tirón111
en que uno se daba maña,112
pa darle un trago de caña113
solía llamarlo el patrón.114

Pues siempre la mamajuana115
vivía bajo la carreta,116
y aquél que no era chancleta117
en cuanto el goyete vía,118
sin miedo se le prendía119
como güérfano a la teta.120

¡Y qué jugadas se armaban121
cuando estábamos riunidos!122
Siempre íbamos prevenidos123
pues en tales ocasiones124
caiban muchos comedidos125

Eran los días del apuro126
y alboroto pa el hembraje,127
pa preparar los potajes128
y osequiar bien a la gente,129
y ansí, pues, muy grandemente130
pasaba siempre el gauchaje.131

Venía la carne con cuero,132
la sabrosa carbonada,133
mazamorra bien pisada,134
los pasteles y el güen vino135
pero ha querido el destino136
que todo aquéllo acabara.137

Estaba el gaucho en su pago138
con toda seguridá139
pero áura... ¡barbaridá!140
la cosa anda tan fruncida141
que gasta el pobre la vida142
en juir de la autoridá.143

Pues si usté pisa en su rancho144
y si el alcalde lo sabe145
Lo caza lo mesmo que ave146
aunque su mujer aborte...147
¡No hay tiempo que no se acabe148
ni tiento que no se corte!149

Y al punto dése por muerto150
si el alcalde lo bolea,151
pues áhi no más se le apea152
con una felpa de palos.153
Y después dicen que es malo154
el gaucho si los pelea.155

Y el lomo le hinchan a golpes,156
y le rompen la cabeza,157
y luego con ligereza,158
ansí lastimao y todo,159
lo amarran codo con codo160
Y pa el cepo lo enderiezan.161

Ahí comienzan sus desgracias,162
áhi principia el pericón;163
porque ya no hay salvación,164
Y que usté quiera o no quiera,165
lo mandan a la frontera166
o lo echan a un batallón.167

Ansí empezaron mis males168
lo mesmo que los de tantos;169
si gustan... en otros cantos170
les diré lo que he sufrido.171
Después que uno está perdido172
no lo salvan ni los santos.173

174

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