A doña Magina Siguriosa, Gutierre de Cetina
Vuestro nombre, señora, que asigura 1
cuanto vuestra beldad hace dudoso, 2
demás de aquel mirar dulce y piadoso 3
han sido la ocasión de mi tristura. 4Temía, y con razón, esta aventura, 5
puesto que fue el principio venturoso; 6
no era por mi parte temeroso, 7
mas de parte de vuestra hermosura. 8El alma, en el tormento ejercitada, 9
de nueva sujeción quería librarse, 10
del antiguo error escarmentada. 11Pero ¿cómo podía decir salvarse 12
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quien tanto del primero mal se agrada 13
y no quiere de vos saber guardarse? 14