El Hombre y la Mar, Charles Baudelaire

Análisis

El hombre sin ataduras es libre como el mar y se siente como este. El hombre sin ataduras va de un lugar a otro y siente en su interior su alma vacía y esto le hace sentir mal. El hombre se ama a sí mismo. Desea dominar el mar y cree poder hacerlo cuando es algo imposible de controlar, algo tan salvaje como él.

El hombre y el mar son desconocidos el uno para el otro. De la misma forma que el mar esconde tesoros ocultos, el hombre también guarda los suyos, sus secretos. El hombre y la mar luchan contra el tiempo, luchan contra su extinción, contra el final de sí mismos. Pero también se respetan por igual.

La mujer está personificada en el mar, que es un elemento que invita al movimiento, a escapar, a desaparecer. De la misma manera también es ignota, fantástica y, al mismo tiempo, imposible de controlar y que, si no respetamos, si no la entendemos mínimamente, puede acabar con nosotros en cualquier momento.

Para el poeta, el mar, la mujer, esconde muchos secretos, esconde sus sentimientos de la misma forma que él. El poeta desea entenderla, compartir metafóricamente sus sentimientos y conocer sus secretos, algo que es imposible y que hace que no se sienta seguro.

Los secretos a los que se refiere el poeta, no solamente tienen que ver con las riquezas. También se refiere a todas aquellas relaciones que han terminado, que se han hundido, Así, se ha llevado los recuerdos de personas que ya no están, todas sus vivencias, etcétera. Todo eso es lo que quiere redescubrir el poeta.

Para el poeta, el mar, la mujer, es un gran desconocido al que desee acercarse. Necesita comprender cuáles son sus secretos y así entenderla un poco más. El poeta presenta un paralelismo entre el mar y el ser humano en cuanto ambos comparten una necesidad de sobrevivir y la forma de hacerlo es a través de la caza. El hombre caza en el mar y este caza al hombre intentando dominarlo. Lo difícil es llegar a conocerse mutuamente, respetarse y convivir el uno con el otro.

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Ejemplos de figuras literarias en El Hombre y la Mar

Figuras literarias	Ejemplos	Descripción
Metáfora	"Es tu espejo la mar; mira, contempla tu alma"	La mar es comparada con un espejo que refleja el alma del hombre, planteando una conexión profunda entre ambos.
Metáfora	"oscuros a la vez ambos sois y discretos"	El hombre y el mar son comparados por su naturaleza misteriosa y reservada.
Símil	"¡Oh eternos combatientes, oh hermanos implacables!"	El hombre y el mar son comparados como hermanos en lucha eterna, resaltando su relación conflictiva pero íntima.
Hiperbatón	"Y en tanto van pasando los siglos incontables"	La inversión del orden natural de las palabras enfatiza la idea del paso incontable del tiempo.
Anáfora	"Hombre, nadie sondeó... / Tus íntimas riquezas, oh mar, a nadie arrimas"	La repetición de "nadie" enfatiza la imposibilidad de conocer completamente tanto al hombre como al mar.
Antítesis	"sin piedad ni aflicción"	Contraste entre la falta de compasión y la presencia de sufrimiento en la relación entre el hombre y el mar.
Paralelismo	"Hombre, nadie sondeó... / Tus íntimas riquezas, oh mar, a nadie arrimas"	La estructura paralela en estas dos frases resalta la similitud entre el hombre y el mar en cuanto a su misterio y secretos.

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