Himno del Desterrado, José María Heredia
Reina el sol, y las olas serenas 1
Corta en torno la prora triunfante, 2
Y hondo rastro de espuma brillante 3
Va dejando la nave en el mar. 4"¡Tierra!" claman: ansiosos miramos 5
Al confín del sereno horizonte, 6
Y a lo lejos descúbrese un monte... 7
Le conozco... ¡Ojos tristes, llorad! 8Es el Pan... En su falda respiran 9
El amigo más fino y constante, 10
Mis amigas preciosas, mi amante... 11
¡Qué tesoros de amor tengo allí! 12Y más lejos, mis dulces hermanas, 13
Y mi madre, mi madre adorada, 14
De silencio y dolores cercada 15
Se consume gimiendo por mí. 16Cuba, Cuba, que vida me diste, 17
Dulce tierra de luz y hermosura, 18
¡Cuánto sueño de gloria y ventura 19
Tengo unido a tu suelo feliz! 20¡Y te vuelvo a mirar...! ¡Cuán severo 21
Hoy me oprime el rigor de mi suerte! 22
La opresión me amenaza con muerte 23
En los campos do al mundo nací: 24Mas ¿qué importa que truene el tirano? 25
Pobre, sí, pero libre me encuentro: 26
Sola el alma del alma es el centro: 27
¿Qué es el oro sin gloria ni paz? 28Aunque errante y proscrito me miro 29
Y me oprime el destino severo, 30
Por el cetro del déspota ibero 31
No quisiera mi suerte trocar. 32Pues perdí la ilusión de la dicha, 33
Dame ¡oh gloria! tu aliento divino. 34
¿Osaré maldecir mi destino, 35
Cuando aún puedo vencer o morir? 36Aun habrá corazones en Cuba 37
Que me envidien de mártir la suerte, 38
Y prefieran espléndida muerte 39
A su amargo, azaroso vivir. 40De un tumulto de males cercado 41
El patriota inmutable y seguro, 42
O medita en el tiempo futuro, 43
O contempla en el tiempo que fue, 44Cual los Andes en luz inundados 45
A las nubes superan serenos, 46
Escuchando a los rayos y truenos 47
Retumbar hondamente a su pie. 48¡Dulce Cuba! en tu seno se miran 49
En su grado más alto y profundo, 50
La belleza del físico mundo, 51
Los horrores del mundo moral. 52Te hizo el Cielo la flor de la tierra: 53
Mas tu fuerza y destinos ignoras, 54
Y de España en el déspota adoras 55
Al demonio sangriento del mal. 56¿Ya qué importa que al cielo te tiendas, 57
De verdura perenne vestida, 58
Y la frente de palmas ceñida 59
A los besos ofrezcas del mar. 60Si el clamor del tirano insolente, 61
Del esclavo el gemir lastimoso, 62
Y el crujir del azote horroroso 63
Se oye sólo en tus campos sonar? 64Bajo el peso del vicio insolente 65
La virtud desfallece oprimida, 66
Y a los crímenes y oro vendida 67
De las leyes la fuerza se ve. 68Y mil necios, que grandes se juzgan 69
Con honores al paso comprados, 70
Al tirano idolatran, postrados 71
De su trono sacrílego al pie. 72¿A la sangre teméis...? En las lides 73
Vale más derramarla a raudales, 74
Que arrastrarla en sus torpes canales 75
Entre vicios, angustias y horror. 76¿Qué tenéis? Ni aun sepulcro seguro 77
En el suelo infelice cubano. 78
¿Nuestra sangre no sirve al tirano 79
Para abono del suelo español? 80Vale más a la espada enemiga 81
Presentar el impávido pecho, 82
Que yacer de dolor en un lecho, 83
Y mil muertes muriendo sufrir. 84Que la gloria en las lides anima 85
El ardor del patriota constante, 86
Y circunda con halo brillante 87
De su muerte el momento feliz. 88Al poder el aliento se oponga, 89
Y a la muerte contraste la muerte: 90
La constancia encadena la suerte; 91
Siempre vence quien sabe morir. 92Enlacemos un nombre glorioso 93
De los siglos al rápido vuelo: 94
Elevemos los ojos al cielo, 95
Y a los años que están por venir. 96Si es verdad que los pueblos no pueden 97
Existir sino en dura cadena, 98
Y que el Cielo feroz los condena 99
A ignominia y eterna opresión, 100De verdad tan funesta mi pecho 101
El horror melancólico abjura, 102
Por seguir la sublime locura 103
De Washington y Bruto y Catón. 104¡Cuba! al fin te verás libre y pura 105
Como el aire de luz que respiras, 106
Cual las ondas hirvientes que miras 107
De tus playas la arena besar. 108Aunque viles traidores le sirvan, 109
113
Del tirano es inútil la saña, 110
Que no en vano entre Cuba y España 111
Tiende inmenso sus olas el mar. 112