El verdugo, Antonio Plaza Llamas

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Y más alto que el grande, que altivo
Con sus plantas hollara la ley,
Al verdugo los pueblos miraron
Y mecido en los hombros de un rey.
Espronceda
1

Yo soy el verdugo. El hombre, ¡mi hermano!1
hirviendo de ira un ogro me cree;2
¡a mí! ¿a la imagen de Dios soberano,3
al que hizo del orbe monarca también?4

Baldón y desprecio circundan mi vida,5
el hombre me llama infame Caín;6
del bien que hago al hombre el hombre se olvida,7
y me odia, me huye: el hombre es así.8

Declaro, sin miedo, al crimen la guerra,9
y mato yo al hombre que al hombre mató:10
humíllese el hombre á mí, que en la tierra11
soy copia terrible del brazo de Dios.12

Soy hijo del crimen, mi pan de él espero;13
me nutre la sangre, me ampara la ley;14
yo vine a la tierra humilde pechero,15
y he visto a los reyes temblar a mis pies.16

Henchido de grande, orgullo profundo,17
ejerzo en la tierra sangrienta misión;18
es germen la sangre de ciencia fecundo19
que siempre al progreso doquier precedió.20

Es bello, muy bello, en negro tablado,21
tender la mirada con doble altivez22
al vulgo medroso que mira pasmado23
el trono de muerte, mi regio dosel.24

Y ¡me odian! ¿qué importa? El valiente guerrero25
que en lides tremendas legiones venció;26
aquel cuyo brioso corcel altanero27
con sangre de cráneos su casco tiñó;28

el rey poderoso, excelso, y altivo,29
que al orbe dio leyes, y puso en su sien30
egregia corona, y vio compasivo31
a nobles y viles su planta lamer;32

el fiero bandido, que mil y mil veces33
grandiosos peligros audaz afrontó,34
mofándose altivo de frailes, de jueces,35
del mundo, del diablo, del cielo y de Dios;36

si frente al cadalso, mi rostro sombrío,37
el rey, el bandido, el bravo adalid,38
contemplan un punto, humildes, sin brío,39
les veo de rodillas temblar ante mí.40

2

¿Por qué si el soplo de Jehová me alienta,41
a mis hermanos plugo42
sembrar mi vida de pesar y afrenta?43
¿son los hombres verdugos del verdugo?44

¿Piedad para el infame que la vida,45
sus crímenes pagando,46
pierde, y rencor para el que da la herida47
una ley poderosa ejecutando?48

Guardad vuestro rencor para esos reyes49
que a las naciones doman,50
e hidrópicos de sangre expiden leyes,51
y ni el trabajo de matar se toman.52

Culpad a la que impera sobre el mundo53
fatalidad sombría,54
que pone al hombre por su mal profundo55
bajo de mi hacha cortadora y fría.56

3

Es mi hacha, de justicia espejo refulgente,57
mi fúnebre cadalso terrífico crisol,58
que purga las pasiones del pueblo que impotente59
se traga sus aullidos hirviendo de rencor.60

Yo corto una cabeza, sereno, sin cuidado,61
en medio de la plaza, del sol a toda luz:62
soy genio de la muerte, mi trono es enlutado,63
mi púrpura es la sangre, mi cetro la segur.64

Los nietos de Confucio honraron al verdugo,65
los príncipes reales vistieron como él;66
¡loor a aquellos chinos que comprender les plugo67
que honrando a su verdugo honraban a su ley!68

Un occidc et manduca, oyó el apóstol Pedro,69
en éxtasis soñando beatífica visión;70
mi padre así me dijo, por eso no me arredro,71
y siempre mato y como. ¡Bendita sea su voz!72

4

   Era mi padre verdugo,73
   y mi madre, ¡vive el cielo!74
   envilecida ramera,75
   bastarda hija de un perverso76

   que en afrentoso cadalso77
   mató el verdugo, su yerno.78
   Maldito desde la cuna79
   vine al mundo, niño bello;80

   estigma fatal de sangre81
   marcó mi frente de réprobo,82
   y fue mi primer vagido83
   un ¡ay! que lanzó el infierno.84

   Con leche infame nutrióme85
   la prostituta en su seno,86
   y me regaló el ostiaco,87
   oliendo a sangre, mil besos.88

   Entre el terror y la infamia89
   pasé mis años primeros;90
   fue mi verdugo cada hombre,91
   verdugos son todos ellos,92

   sino que pocos se atreven93
   a esgrimir mi hacha de acero;94
   porque no alientan ¡cobardes!95
   mi corazón tan enérgico.96

   Odiado desde muy niño,97
   siempre solo, fui creciendo98
   sin amigos, sin infancia,99
   y devorando desprecios.100

   Mi alma huérfana y maldita,101
   en su maldito aislamiento102
   vivió, sin que le halagara103
   de otros niños el afecto.104

   Era una tarde de agosto,105
   tarde que olvidar no puedo;106
   divisaba yo en el campo107
   niños mil que en grupo angélico,108

   bulliciosos, expansivos,109
   jugaban ¡ay! muy contentos;110
   y respirando ternura111
   niño yo, también, y bueno,112

   osé acercarme, por ver113
   mejor aquel cuadro nuevo;114
   mas a los primeros pasos115
   que di, exclamaron ellos:116

   ¡Es el verdugo, el verdugo!117
   y horrorizados huyeron.118
   Desde entonces el rencor119
   rugió dentro el alma hirviendo,120

   que la sociedad injusta121
   me odió inocente, y por eso122
   no me dejó más recurso123
   que el oficio de hacer muertos.124

5

  Y de lágrimas lleno y de coraje125
  me alimento del odio con el jugo;126
  porque están saturadas de brebaje127
  mis lágrimas sangrientas de verdugo.128

  Si mi sueño de sangre realizara,129
  de un tajo, humanidad te dividiera;130
  en tu sangre maldita me bañara,131
  y tu sangre maldita me bebiera.132

  Mi sed de sangre en el cadalso apago,133
  que soy dichoso si a matar me apresto.134
  Y tu odio, sociedad, con odio pago...135
  infame sociedad... ¡yo te detesto!136

137

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Ejemplos de figuras literarias en El verdugo

Figuras Literarias Ejemplos Descripción
Metáfora "el hombre me llama infame Caín" El hablante es comparado con Caín, marcado por el asesinato de su hermano en la Biblia, lo que indica cómo lo ven los demás por su papel de verdugo.
Símil No se identifica claramente un símil en el poema proporcionado. -
Prosopopeya "soy copia terrible del brazo de Dios" El hablante se personifica como una extensión o representación del poder divino, lo que resalta la autoridad y el poder moral que reivindica en su función de ejecutor de la justicia.
Hipérbole "y he visto a los reyes temblar a mis pies" Se exagera la reacción de los reyes ante el verdugo para enfatizar su poder y el miedo que inspira, incluso entre los más altos rangos sociales.
Hiperbatón "e hidrópicos de sangre expiden leyes" Se altera el orden lógico de las palabras para enfatizar la crítica hacia aquellos en el poder, acusándolos de ser sanguinarios.
Elipsis "y ni el trabajo de matar se toman" Se omite intencionalmente el sujeto de la acción para destacar la inacción o la delegación de la responsabilidad de matar en otros, como el verdugo.
Anáfora "el rey, el bandido, el bravo adalid" La repetición de la estructura al inicio de frases sucesivas realza la igualdad de todos ante la muerte y el poder del verdugo.
Antítesis "¿son los hombres verdugos del verdugo?" Contrapone la idea de los verdugos (ejecutores de la justicia) con la de ser ellos mismos víctimas de la sociedad, creando un juego de roles invertidos.
Oxímoron "bajo de mi hacha cortadora y fría" Combina ideas opuestas de cortar (acción violenta y activa) y fría (inacción, pasividad), creando una tensión en la percepción del hacha del verdugo.
Paralelismo "mi púrpura es la sangre, mi cetro la segur" Se establece una relación de similitud entre los elementos del poder del verdugo y los símbolos tradicionales de la realeza, para mostrar la inversión y la verdad de su autoridad.
Metonimia "mi padre así me dijo, por eso no me arredro, y siempre mato y como" Se usa la figura del padre para representar la autoridad y la tradición heredada que justifica y normaliza su rol como verdugo.


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