Rima XII, Gustavo Adolfo Bécquer
Porque son, niña, tus ojos1
verdes como el mar, te quejas;2
verdes los tienen las náyades,3
verdes los tuvo Minerva,4
y verdes son las pupilas5
de las hourís del Profeta.6El verde es gala y ornato7
del bosque en la primavera;8
entre sus siete colores9
brillante el Iris lo ostenta,10
las esmeraldas son verdes;11
verde el color del que espera,12
y las ondas del océano13
y el laurel de los poetas.14Es tu mejilla temprana15
rosa de escarcha cubierta,16
en que el carmín de los pétalos17
se ve al través de las perlas.18Y sin embargo,19
sé que te quejas20
porque tus ojos21
crees que la afean,22
pues no lo creas.23Que parecen sus pupilas24
húmedas, verdes e inquietas,25
tempranas hojas de almendro26
que al soplo del aire tiemblan.27Es tu boca de rubíes28
purpúrea granada abierta29
que en el estío convida30
a apagar la sed con ella,31Y sin embargo,32
sé que te quejas33
porque tus ojos34
crees que la afean,35
pues no lo creas.36Que parecen, si enojada37
tus pupilas centellean,38
las olas del mar que rompen39
en las cantábricas peñas.40Es tu frente que corona,41
crespo el oro en ancha trenza,42
nevada cumbre en que el día43
su postrera luz refleja.44Y sin embargo,45
sé que te quejas46
porque tus ojos47
crees que la afean:48
pues no lo creas.49Que entre las rubias pestañas,50
junto a las sienes semejan51
broches de esmeralda y oro52
que un blanco armiño sujetan.53-----Porque son, niña, tus ojos54
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verdes como el mar te quejas;55
quizás, si negros o azules56
se tornasen, lo sintieras.57
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