Plegaria, Manuel María Flores

¿Cuándo? Publicado en , en el libro Pasionarias.
A mi Hermana Marina

Virgen del infortunio, doliente Madre mía,1
en busca del consuelo me postro ante tu altar.2
Mi espíritu está triste, mi vida está sombría,3
pasaron sobre mi alma las olas del pesar.4

Estoy en desamparo, no tengo quien me acoja;5
hay horas en mi vida de bárbara aflicción,6
y solo... siempre solo, no tengo quien recoja7
las lágrimas secretas que llora el corazón.8

Es cierto que del mundo en la corriente impura9
cayeron deshojadas las rosas de mi fe,10
que en pos de mis fantasmas de juvenil locura11
corriendo delirante, Señora, te olvidé.12

Que me cegó el orgullo satánico del hombre,13
y en mi ánima turbada la duda pentró;14
y se olvidó mi labio de pronunciar tu nombre,15
y de mi mente loca tu imagen se borró.16

Es cierto... ¡pero escucha!... de niño te adoraba,17
al pie de tus altares mi madre me llevó...18
Llorando, arrodillada, la historia me cantaba,19
del Gólgota tremendo cuando Jesús murió.20

Y vi sobre su rostro la angustia y el quebranto,21
caía sobre tu frente la sombra de una cruz,22
tus lágrimas rodaban y negro era tu manto...23
todo de un cirio pálido a la siniestra luz.24

Entonces era niño, no comprendí tu duelo;25
pero te amé, Señora, ¡tú sabes que te amé!26
que dulce inmaculado, alzábase hasta el cielo27
el infantil acento de mi sencilla fe.28

Por esa fe de niño, por el ardiente ruego29
que al lado de mi madre con ella repetí,30
¡virgen del infortunio, cuando a tus plantas llego,31
virgen del infortunio, apiádate de mí!32

Tú miras, reina augusta, la senda que cruzamos;33
con llanto la regaron generaciones cien,34
a nuestra vez nosotros con llanto la regamos,35
y las que vienen luego la regarán también.36

A nuestro paso vamos dejando en sus abrojos37
pedazos palpitantes del roto corazón;38
y andamos... y andamos... y no hallan nuestros ojos39
ni tregua a la jornada, ni tregua a la aflicción.40

Mas tú eres la esperanza, la luz y el consuelo,41
tus ojos levantados suplican al Señor,42
tus manos están juntas en dirección al cielo...43
tú ruegas por nosotros, ¡oh, madre del dolor!44

En busca de consuelo yo vengo a tus altares45
con alma entristecida y amargo corazón;46
y pongo ante tus ojos, Señora, mis pesares,47
y en lágrimas se baña la voz de mi oración.48

No mires que olvidando tu imagen y tu nombre49
al viento de este mundo mis creencias arrojé.50
Acuérdate del niño y olvídate del hombre...51
mi frente está en el polvo... perdóname... pequé.52

¡Oh! por mi fe de niño, por el ferviente ruego,53
que al lado de mi madre con ella repetí,54
Virgen de los Dolores, cuando a tus plantas llego,55
Virgen de los Dolores, ¡apiádate de mí!56

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Ejemplos de figuras literarias en Plegaria

Figura Literaria Ejemplo Descripción
Metáfora "pasaron sobre mi alma las olas del pesar" Se compara el sentimiento de tristeza con olas que literalmente pasan sobre el alma, sugiriendo una gran intensidad de emoción que abruma al yo poético, sin usar una palabra que indique comparación.
Símil "hay horas en mi vida de bárbara aflicción" Se utiliza "de" como una preposición que introduce la comparación, indicando que hay momentos en la vida del yo lírico que son tan intensamente dolorosos como si fueran bárbaros en su naturaleza.
Prosopopeya (Personificación) "las lágrimas secretas que llora el corazón" El corazón es descrito como si pudiera llorar lágrimas secretas, dotándolo de una capacidad humana para expresar la profundidad del dolor interno.
Hipérbole "que en pos de mis fantasmas de juvenil locura corriendo delirante" Exagera la conducta del yo poético al describir su juventud como una persecución delirante tras ilusiones o fantasías, intensificando así la irracionalidad de sus acciones pasadas.
Anáfora "Virgen del infortunio, cuando a tus plantas llego, virgen del infortunio, apiádate de mí!" La repetición de la frase "Virgen del infortunio" al principio de dos versos consecutivos resalta la súplica y la intensidad emocional del yo lírico.
Antítesis "Acuérdate del niño y olvídate del hombre..." Se contrastan dos etapas de la vida, la infancia y la adultez, para remarcar la pureza de una y los errores de la otra.
Oxímoron "luz y el consuelo" Combinación de dos conceptos que parecen opuestos, "luz" y "consuelo", sugiere que en la oscuridad del dolor aún se puede encontrar alivio y claridad.
Paralelismo "con llanto la regaron generaciones cien, a nuestra vez nosotros con llanto la regamos" Se repite una estructura similar en dos o más versos para enfatizar la continuidad del sufrimiento a través de las generaciones.
Metonimia "tu imagen se borró" Se utiliza "imagen" para representar la totalidad de la Virgen o la fe que el yo poético tenía en ella, indicando que se ha perdido la conexión espiritual con el objeto de devoción.


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