Ya era muy viejecita, José Ángel Buesa
Ya era muy viejecita... Y un año y otro año1
se fue quedando sola con su tiempo sin fin.2
Sola con su sonrisa de que nada hace daño,3
sola como una hermana mayor en su jardín.4Se fue quedando sola con los brazos abiertos,5
que es como crucifican los hijos que se van,6
con su suave manera de cruzar los cubiertos,7
y aquel olor a limpio de sus batas de holán.8Déjenme recordarla con su vals en el piano,9
como yéndose un poco con lo que se le fue;10
y con qué pesadumbre se mira la mano11
cuando le tintineaba su taza de café.12Se fue quedando sola, sola... sola en su mesa,13
en su casita blanca y en su lento sillón;14
y si alguien no conoce que soledad es esa,15
no sabe cuánta muerte cabe en un corazón.16Y diré que en la tarde de aquel viernes con rosas,17
en aquel «hasta pronto» que fue un adiós final,18
aprendí que unas manos pueden ser mariposas,19
dos mariposas tristes volando en su portal.20Sé que murió de noche. No quiero saber cuándo.21
25
Nadie estaba con ella, nadie, cuando murió:22
Ni su hijo Guillermo, ni su hijo Fernando,23
ni el otro, el vagabundo sin patria, que soy yo.24
Firme con su comentario