Más allá del amor, Octavio Paz
El tiempo es el peor enemigo que el hombre pueda tener. Nunca se detiene, siempre está al acecho y poco a poco nos va consumiendo. Esto es lo que parece expresar el poeta a través de esta primera estrofa del poema. Así, el tiempo ha cambiado todo, ya no es quien fue cuando era joven, adolescente y mucho menos el que es ahora, una persona madura en una etapa completamente diferente de su vida.
El tiempo ha cambiado todo lo que le rodea, desde su físico, su manera de pensar, su manera de hablar e incluso la manera de estar ante lo que los demás puedan pensar de él. Sin embargo el amor siempre está presente y por mucho tiempo que pase, esa sensación, esa conexión que hay con la persona amada, esos nombres de los que habla, que sólo estos conocen, es algo que nadie puede abatir, derribar, ni siquiera las trompetas de Jericó cuando éstas derribaron los muros de la ciudad.
El tiempo acaba con todo: líderes de un pueblo, presuntos profetas, etc. puede acabar incluso con pueblos, imperios…, pero de lo que no es capaz de acabar es con el amor de dos personas. El poeta incluso añade, para afirmar esta idea, que una vez acabada su vida, les espera otra vida en el más allá mejor que la anterior.
En esta nueva estrofa, en la que la noche respira, como dice el poeta, existe mucho movimiento. Hay como una lucha constante de ser alguien, que ser más de lo que es uno, esa imagen, ese espejo al que nos enfrentamos y cuya imagen queremos cambiar.
Una de las formas es a través del sexo, cuando habla de las espaldas que relucen, está hablando del brillo del sudor en la espalda mojada después del acto sexual. Sin embargo parece un acto sin sentimientos porque hay la necesidad de buscar algo nuevo, diferente, otra piel a la que amar y que nos haga sentir.
En la última estrofa de este poema, sin embargo la imagen es mucho más delicada. Hay amor, hay una necesidad de disfrutar del entorno en el que se encuentra. Así, existe una invitación para que la persona amada disfrute de esa imagen nocturna en la que el mar llega la orilla y cómo esta sensación, este momento, también está lleno de vida, y que el compartirla con la persona que se quiere, es una manera de entregarse a ella.
El poeta desea que ese momento, esa luz blanca, pura, que puede estar ofreciendo la luna cerca de la orilla, sea una especie de invitación a que la noche se alargue hasta el amanecer y, de ese modo, haya una continuación, se mantenga esa relación. Ese es el momento que no se quiere olvidar.
Poema original: Más allá del amor
Todo nos amenaza: 1
el tiempo, que en vivientes fragmentos divide 2
al que fui 3
del que seré, 4
como el machete a la culebra; 5
la conciencia, la transparencia traspasada, 6
la mirada ciega de mirarse mirar; 7
las palabras, guantes grises, polvo mental sobre la yerba, 8
el agua, la piel; 9
nuestros nombres, que entre tú y yo se levantan, 10
murallas de vacío que ninguna trompeta derrumba. 11Ni el sueño y su pueblo de imágenes rotas, 12
ni el delirio y su espuma profética, 13
ni el amor con sus dientes y uñas nos bastan. 14
Más allá de nosotros, 15
en las fronteras del ser y el estar, 16
una vida más vida nos reclama. 17Afuera la noche respira, se extiende, 18
llena de grandes hojas calientes, 19
de espejos que combaten: 20
frutos, garras, ojos, follajes, 21
espaldas que relucen, 22
cuerpos que se abren paso entre otros cuerpos. 23Tiéndete aquí a la orilla de tanta espuma, 24
32
de tanta vida que se ignora y se entrega: 25
tú también perteneces a la noche. 26
Extiéndete, blancura que respira, 27
late, oh estrella repartida, 28
copa, 29
pan que inclinas la balanza del lado de la aurora, 30
pausa de sangre entre este tiempo y otro sin medida. 31
Comentarios
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DELFY Ago., 2022
ESPLENDENTE ME ENCANTA «NUESTROS NOMBRES QUE ENTRE TÚ Y YO SE LEVANTAN»