A María la del cuelo, Antonio Plaza Llamas
Y ya al pisar los últimos abrojosDe esta maldita senda peligrosaHaz que ilumine espléndida mis ojosDe tu piedad la antorcha luminosaGarcía GutiérrezFlor de Abraham que su corola ufana1
abrió al lucir de redención la aurora:2
tú del cielo y del mundo soberana,3
tú de vírgenes y ángeles Señora;4Tú que fuiste del Verbo la elegida5
para Madre del Verbo sin segundo,6
y con tu sangre se nutrió la vida,7
y con su sangre libertose el mundo:8tú que del Hombre-Dios el sufrimiento,9
y el estertor convulso presenciaste,10
y en la roca del Gólgota sangriento11
una historia de lágrimas dejaste;12tú, que ciñes diadema resplandente,13
y más allá de las bramantes nubes14
habitas un palacio transparente15
sostenido por grupo de querubes16y es de luceros tu brillante alfombra17
donde resides no hay tiempo ni espacio,18
y la luz de ese sol es negra sombra19
de aquella luz de tu inmortal palacio.20Y llenos de ternura y de contento21
en tus ojos los ángles se miran,22
y mundos mil abajo de tu asiento23
sobre sus ejes de brillantes giran;24tú que la gloria omnipotente huellas,25
y vírgenes y troncos en su canto26
te aclaman soberana, y las estrellas27
trémulas brillan en tu regio manto.28Aquí me tienes a tus pies rendido29
y mi rodilla nunca tocó el suelo;30
porque nunca Señora, le he pedido31
amor al mundo, ni piedad al cielo.32Que si bien dentro del alma he sollozado,33
ningún gemido reveló mi pena;34
porque siempre soberbio y desgraciado35
pisé del mundo la maldita arena.36Y cero, nulo en la social partida37
rodé al acaso en páramo infecundo,38
fue mi tesoro una arpa enronquecida39
y vagué sin objeto por el mundo.40Y solo por doquier, sin un amigo,41
viajé, Señora, lleno de quebranto,42
envuelto en mis harapos de mendigo,43
sin paz el alma, ni en los ojos llanto.44Pero su orgullo el corazón arranca,45
y hoy que el pasado con horror contemplo,46
la cabeza que el crimen volvió blanca47
inclino en las baldosas de tu templo.48Si eres ¡oh Virgen! embustero mito,49
yo quiero hacer a mi razón violencia;50
porque creer en algo necesito,51
y no tengo, Señora una creencia.52¡Ay de mí! sin creencias en la vida,53
veo en la tumba la puerta de la nada,54
y no encuentro la dicha en la partida,55
ni la espero después de la jornada.56Dale, Señora, por piedad ayuda57
a mi alma que el infierno está quemando:58
el peor de los infierno... es la duda,59
y vivir no es vivir siempre dudando.60Si hay otra vida de ventura y calma,61
si no es cuento promesa tan sublime,62
entonces ¡por piedad! llévate el alma63
que en mi momia de barro se comprime.64Tú que eres tan feliz, debes ser buena;65
tú que te haces llamar Madre del hombre,66
si tu pecho no pena por mi pena,67
no mereces a fe tan dulce nombre.68El alma de una madre es generosa,69
inmenso como Dios es su cariño:70
recuerda que mi madre bondadosa71
a amarte me enseñó cuando era niño.72Y de noche en mi lecho se sentaba73
y ya desnudo arrodillar me hacía,74
y una oración sencilla recitaba,75
que durmiéndome yo la repetía.76Y sonriendo te miraba en sueños,77
inmaculada Virgen de pureza,78
y un grupo veía de arcángeles pequeños79
en torno revolar de tu cabeza.80Mi juventud, Señora, vino luego,81
y cesaron mis tiernas oraciones;82
porque en mi alma candente como el fuego,83
rugió la tempestad de las pasiones.84Es amarga y tristísima mi historia;85
en mis floridos y mejores años,86
ridículo encontró, buscando gloria,87
y en lugar del amor los desengaños.88Y yo que tantas veces te bendije,89
despechado después y sin consuelo,90
sacrílego, Señora, te maldije91
y maldije también al santo cielo.92Y con penas sin duda muy extrañas93
airado el cielo castigarme quiso94
porque puse el infierno en mis entrañas;95
porque puso en mi frente el paraíso.96Quise encontrar a mi dolor remedio97
y me lancé del vicio a la impureza,98
y en el vicio encontré cansancio y tedio,99
y me muero, Señora, de tristeza.100Y viejo ya, marchita la esperanza,101
llego a tus pies arrepentido ahora,102
Virgen que todo del Señor alcanza,103
sé tú con el Señor mi intercesora.104Dile que horrible la expiación ha sido,105
que horribles son las penas que me oprimen;106
dile también, Señora, que he sufrido107
mucho antes de saber lo que era crimen.108Si siempre he de vivir en la desgracia,109
¿por qué entonces murió por mi existencia?110
si no quiere o no puede hacerme gracia,111
¿dónde está su bondad y omnipotencia?112Perdón al que blasfema en su agonía,113
y haz que calme llorando sus enojos,114
que es horrible sufrir de noche y día115
sin que asome una lágrima a los ojos.116Quiero el llanto verter de que está henchido117
mi pobre corazón hipertrofiado,118
que si no lloro hasta quedar rendido119
¡por Dios! que moriré desesperado.120¡Si comprendieras lo que sufro ahora!...121
125
¡Aire! ¡aire! ¡infeliz! ¡que me sofoco!...122
Se me revienta el corazón... ¡Señora!123
¡Piedad!... ¡Piedad de un miserable loco!124
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