Como Hermana y Hermano, Enrique González Martínez

Como hermana y hermano1
vamos los dos cogidos de la mano...2

En la quietud de la pradera hay una3
blanca y radiosa claridad de luna,4
y el paisaje nocturno es tan risueño5
que con ser realidad parece sueño.6

de pronto, en un recodo del camino,7
oímos un cantar... parece el trino8
de un ave nunca oída9
un canto de otro mundo y de otra vida...10

¿Oyes? –me dices– y a mi rostro juntas11
tus pupilas preñadas de preguntas.12
La dulce calma de la noche es tanta13
que se escuchan latir los corazones.14

yo te digo: no temas, hay canciones15
que no sabremos nunca quién las canta.16
Como hermana y hermano17
Vamos los dos cogidos de la mano...18

Besado por el soplo de la brisa,19
el estanque cercano se divisa...20
Bañándose en las ondas hay un astro;21
un cisne alarga el cuello lentamente22
como blanca serpiente23
que saliera de un huevo de alabastro...24
mientras miras el agua silenciosa,25
como un vuelo fugaz de mariposa26
sientes sobre la nuca el cosquilleo,27
la pasajera onda de un deseo,28
el espasmo sutil, el calor—frío,29
de un beso ardiente, cual si fuera mío...30
Alzas a mí tu rostro amedrentado31
Y trémula murmuras: ¿me has besado?...32
Tu breve mano oprime33
mi mano; y yo a tu oído: ¿sabes?, esos34
besos nunca sabrás quién los imprime...35
Acaso, ni siquiera si son besos...36

Como hermana y hermano37
Vamos los dos cogidos de la mano...38

En un desfalleciente desvarío,39
Tu rostro apoyas en el pecho mío,40
Y sientes resbalar sobre tu frente41
Una lágrima ardiente...42

Me clavas tus pupilas soñadoras43
y tiernamente me preguntas: ¿lloras?44

Secos están mis ojos... Hasta el fondo45
puedes mirar en ellos... Pero advierte46
que hay lágrimas nocturnas– te respondo–47
que no sabremos nunca quién las vierte.48

Como hermana y hermano49
vamos los dos cogidos de la mano...50

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