Décima Muerte, Xavier Villaurrutia

A Ricardo de Alcázar
I

¡Qué prueba de la existencia1
habrá mayor que la suerte2
de estar viviendo sin verte3
y muriendo en tu presencia!4
Esta lúcida conciencia5
de amar a lo nunca visto6
y de esperar lo imprevisto;7
este caer sin llegar8
es la angustia de pensar9
que puesto que muero existo.10

II

Si en todas partes estás,11
en el agua y en la tierra,12
en el aire que me encierra13
y en el incendio voraz;14
y si a todas partes vas15
conmigo en el pensamiento,16
en el soplo de mi aliento17
y en mi sangre confundida,18
¿no serás, Muerte, en mi vida,19
agua, fuego, polvo y viento?20

III

si tienes manos, que sean21
de un tacto sutil y blando,22
apenas sensible cuando23
anestesiado me crean;24
y que tus ojos me vean25
sin mirarme, de tal suerte26
que nada me desconcierte27
ni tu vista ni tu roce,28
para no sentir un goce29
ni un dolor contigo, Muerte.30

IV

Por caminos ignorados,31
por hendiduras secretas,32
por las misteriosas vetas33
de troncos recién cortados,34
te ven mis ojos cerrados35
entrar en mi alcoba oscura36
a convertir mi envoltura37
opaca, febril, cambiante,38
en materia de diamante39
luminosa, eterna y pura.40

V

No duermo para que al verte41
llegar lenta y apagada,42
para que al oír pausada43
tu voz que silencios vierte,44
para que al tocar la nada45
que envuelve tu cuerpo yerto,46
para que a tu olor desierto47
pueda, sin sombra de sueño,48
saber que de ti me adueño,49
sentir que muero despierto.50

VI

La aguja del instantero51
recorrerá su cuadrante,52
todo cabrá en un instante53
del espacio verdadero54
que, ancho, profundo y señero,55
será elástico a tu paso56
de modo que el tiempo cierto57
prolongará nuestro abrazo58
y será posible, acaso,59
vivir después de haber muerto.60

VII

En el roce, en el contacto,61
en la inefable delicia62
de la suprema caricia63
que desemboca en el acto,64
hay un misterioso pacto65
del espasmo delirante66
en que un cielo alucinante67
y un infierno de agonía68
se funden cuando eres mía69
y soy tuyo en un instante.70

VIII

¡Hasta en la ausencia estás viva!71
Porque te encuentro en el hueco72
de una forma y en el eco73
de una nota fugitiva;74
porque en mi propia saliva75
fundes tu sabor sombrío,76
y a cambio de lo que es mío77
me dejas sólo el temor78
de hallar hasta en el sabor79
la presencia del vacío.80

IX

Si te llevo en mí prendida81
y te acaricio y escondo,82
si te alimento en el fondo83
de mi más secreta herida;84
si mi muerte te da vida85
y goce mi frenesí,86
¡qué será, Muerte, de ti87
cuando al salir yo del mundo,88
deshecho el nudo profundo,89
tengas que salir de mí?90

X

En vano amenazas, Muerte,91
cerrar la boca a mi herida92
y poner fin a mi vida93
con una palabra inerte.94
¡Qué puedo pensar al verte,95
si en mi angustia verdadera96
tuve que violar la espera;97
si en vista de tu tardanza98
para llenar mi esperanza99
no hay hora en que yo no muera!100

101

En formato PDF
PDF Décima Muerte



Firme con su comentario

*Todos los mensajes son moderados; su email jamás aparece ni se comparte.

  • ROBERTO XÚCHITL PÉREZ Jul., 2022

    Tanto el poema como su análisis son merecedores de aplausos. Hablar de Xavier Villaurrutia es abrir una de las biografías más representativas de nuestra poesía, no sólo del siglo o milenio pasado. Sino de un personaje que, con su creación representativa, resultan atemporales.

    Existen múltiples ensayos y traducciones en torno a la obra de Villaurrutia (Leer El Desconocido (poema de Octavio Paz dedicado a X. Villaurrutia), que aunque resulte breve en su producción, su influencia y proyección son indiscutiblemente libros de cabecera de la poesía de la lengua española.

    Felicitaciones a tocos.


Análisis

El poeta es consciente de la muerte, que está a nuestro lado, y la vida, desde que nacemos, se va consumiendo poco a poco hasta el fin de nuestros días. La vida implica al mismo tiempo la certeza de la propia muerte. Esta está presente en todo y es la representación de los cuatro elementos de la naturaleza.

El poeta pide morir sin sentir nada, ni dolor y placer, esperando que el último aliento no lo distraiga de querer sentir paz. La sensación de convertir su cuerpo en algo inerte, inmóvil y duro le hace ver también algo de belleza en ese momento, casi tan hermoso como una piedra preciosa, como un diamante.

El poeta desea saber, conocer a la muerte y exhalar el último suspiro mirándola sin miedo. Siente que no es el fin y que después hay otra vida, otro camino. El último suspiro es una conjunción del miedo, sufrimiento a ser conscientes de la pérdida de la vida y, al mismo tiempo, un viaje a un nuevo espacio, a un nuevo cielo.

En los momentos en que el poeta se siente vacío es cuando es más consciente de que la muerte llegará y ese sentimiento se queda y le marca. El poeta siente que su muerte es una pérdida para la propia muerte, porque ha sido parte de su vida. No tiene miedo porque la espera desde hace tiempo. Lo único que le molesta es la tardanza de la misma

La visión que el poeta nos muestra de la parca no es una visión negativa de la misma, aunque tampoco es una mirada optimista. De una manera sincera, el poeta nos muestra la aceptación que tiene el hecho de que nacemos para morir, de que nuestra vida va acompañada de la muerte. Sin embargo, esto no implica que tengamos que vivir una vida triste.

Todo lo contrario, cuando acabamos de leer el poema, nos damos cuenta que depende de nosotros mismos cuál va ser nuestra manera de enfocar nuestro camino. Para el poeta es el final de una senda y el principio de otra mucho más importante, en el que se mezcla lo nuevo y lo desconocido, el miedo y, al mismo tiempo, una expectación hacia algo y considera que va ser bueno para él. Por eso el poeta no tiene miedo. Lo único que desea es no sufrir cuando llegue al final de su vida.

Nota de Susana Marín.

Marín, Susana. Ene., 2015. Décima Muerte, de Xavier Villaurrutia. Poemario. Acceso en https://poemario.com/decima-muerte/

Ejemplos de figuras literarias en Décima Muerte

Figura literaria Ejemplo Descripción
Metáfora "estar viviendo sin verte y muriendo en tu presencia!" El poeta utiliza la "muerte" y "vivir sin verte" como metáforas para describir la intensidad de sus emociones y su lucha interna.
Metáfora "¿no serás, Muerte, en mi vida, agua, fuego, polvo y viento?" La muerte es presentada como diferentes elementos naturales, sugiriendo su omnipresencia y su influencia inevitable en la vida del poeta.
Antítesis "estar viviendo sin verte y muriendo en tu presencia!" El poeta presenta un contraste fuerte entre la vida y la muerte, y cómo ambos estados pueden existir simultáneamente en su experiencia.
Prosopopeya "y si a todas partes vas conmigo en el pensamiento" El poeta le atribuye a la muerte la capacidad de acompañarlo en sus pensamientos, personificándola.
Hiperbatón "ni un dolor contigo, Muerte." La alteración del orden normal de las palabras "contigo, Muerte" refuerza la relación íntima y personal que el poeta tiene con la muerte.
Elipsis "y en mi sangre confundida" El poeta omite detalles específicos, lo que permite al lector inferir la intensidad de su conexión con la muerte, que está "confundida" en su sangre.
Anáfora "para que al oír pausada tu voz que silencios vierte, para que al tocar la nada que envuelve tu cuerpo yerto" La repetición de la estructura frasal "para que al" al comienzo de los versos refuerza la importancia de cada acción que el poeta realiza en relación con la muerte.
Oxímoron "sentir que muero despierto." El poeta combina dos conceptos opuestos, "muero" y "despierto", para ilustrar la intensidad de sus emociones y la naturaleza contradictoria de su relación con la muerte.