Corrida de toros, Rafael Alberti
De sombra, sol y muerte, volandera1
grana zumbando, el ruedo gira herido2
por un clarín de sangre azul torera.3Abanicos de aplausos, en bandadas,4
descienden, giradores, del tendido,5
la ronda a coronar de los espadas.6Se hace añicos el aire, y violento,7
un mar por media luna gris mandado8
prende fuego a un farol que apaga el viento.9¡Buen caballito de los toros, vuela,10
sin más jinete de oro y plata, al prado11
de tu gloria de azúcar y canela!12Cinco picas al monte, y cinco olas13
sus lomos empinados convirtiendo14
en verbena de sangre y banderolas.15Carrusel de claveles y mantillas16
de luna macarena y sol, bebiendo,17
de naranja y limón, las banderillas.18Blonda negra, partida por dos bandas,19
de amor injerto en oro la cintura,20
presidenta del cielo y las barandas,21rosa en el palco de la muerte aún viva,22
libre y por fuera sanguinaria y dura,23
pero de corza el corazón, cautiva.24Brindis, cristiana mora, a ti, volando,25
cuervo mudo y sin ojos, la montera26
del áureo espada que en el sol lidiando27y en la sombra, vendido, de puntillas,28
da su junco a la media luna fiera,29
y a la muerte su gracia, de rodillas.30Veloz, rayo de plata en campo de oro31
nacido de la arena y suspendido,32
por un estambre, de la gloria, al toro,33mar sangriento de picas coronado,34
en Dolorosa grana convertido,35
centrar el ruedo manda, traspasado.36Feria de cascabel y percalina,37
muerta la media luna gladiadora,38
de limón y naranja, remolina39de la muerte, girando, y los toreros,40
43
bajo una alegoría voladora41
de palmas, abanicos y sombreros.42
Análisis
Corrida de toros es un poema escrito por el célebre y admirado poeta andaluz Rafael Alberti (1902-1996) quien vivió importantes etapas de su vida en el exilio. Vivió en países como Francia, Italia, Chile o Argentina, y el bagaje espiritual que fue adquiriendo en ellos no pasará inadvertido en sus poemas.
Rafael Alberti fue miembro de la Generación del 27, grupo poético que a su vez situamos dentro del marco de la Edad de Plata de la literatura española. Comenzó su faceta artística como pintor, pero desde muy joven descubrió que su verdadera vocación era la poesía. Su primera obra publicada, cuyo título era Marinero en tierra, recibió en 1925 el Premio Nacional de Poesía. Recibiría tras éste otros muchos premios literarios.
Alberti tuvo que exiliarse, como ya hemos comentado, tras la Guerra Civil española debido a su filiación con el Partido Comunista de España; regresando a su patria tras la muerte de Francisco Franco. Tras su vuelta fue nombrado Hijo Predilecto de Andalucía, en 1983; y Doctor Honoris Causa en 1985 por la Universidad de Cádiz.
El estilo de la poesía albertiana fue cambiando con el transcurso de los años y las experiencias vitales del autor. En un primer momento trató de escribir una poesía sencilla y musical cuyos temas de inspiración fueron los temas populares andaluces y el folclore de esta tierra. Después tuvo una etapa influenciada por el surrealismo, seguida por otra de corte social y político. Las últimas obras que escribe hacen alusión a la nostalgia y los recuerdos, como por ejemplo la añoranza que siente por el mar de su Cádiz natal.
El tema principal de este poema que nos ocupa, como bien su título nos revela es una corrida de toros, fiesta tradicional muy arraigada en la cultura andaluza de su época. Este tema de la fiesta taurina inspiró algunos otros de sus poemas como por ejemplo El niño de la palma.
En cuanto a la métrica, consta el poema de cuarenta y dos versos organizados en tercetos encadenados, endecasílabos y de rima consonante que riman el 1º con el 3º y el 2º con el 1º y el 3º de la siguiente estrofa.
Con este extenso y complejo poema, Alberti nos acerca a una serie de acontecimientos que tiene lugar en toda corrida de toros, acontecimientos que a su vez son valorados con la más perspicaz de las críticas y los cuales sirven de excusa para mostrar algunos rasgos propios de la cultura o las costumbres andaluzas de aquel tiempo. Emplea constantemente térmicos propios del mundo taurino, haciendo un tanto compleja su lectura, y además emplea formas, imágenes y metáforas muchos más elaboradas que las que empleara en otros poemas también de su etapa populista. Destacaremos por ejemplo las siguientes: “el ruedo gira herido” (verso 2), abanicos, el tendido, los espadas, banderillas, el palco, montera, toreros, etc.
Describe la corrida de toros como un espectáculo presentado por personas de una categoría superior: “de sangre azul torera” (verso 3) a personas que expectantes viven encendidos este baile entre el torero y la muerte: “en el palco de la muerte aún viva” (verso 22); “muerta la media luna gladiadora” (verso 38). Nombra a los toreros, a los picadores y a los espectadores, ejemplo de estos últimos en los versos 4: “abanico de aplausos (…) en bandadas / descienden (…) del tendido”, o en el verso 16: “Carrusel de claveles y mantillas” y hace descripciones de los comportamientos de cada uno de ellos (por ejemplo versos 28, 29 y 30).
Podemos adivinar la ciudad en la que está teniendo lugar la corrida de toros gracias a ciertos versos que nos revelan que no es sino Sevilla, capital de Andalucía; lo vemos por ejemplo cuando hace referencia a los abanicos, muy utilizados desde siempre y hasta la actualidad por las mujeres sevillanas; o a la Virgen Macarena (en el verso número diecisiete), una de más veneradas vírgenes de Sevilla, o en el verso número veinticinco cuando dice “cristiana mora”, resumiendo en este sintagma toda la historia de la mencionada ciudad del sur.
Lo más destacable en este poema es la maestría con la que explica cómo se desarrolla una corrida de toros. Describe una fiesta que perfectamente puede ser considerada maltrato animal como si de una elegante danza tradicional para los valientes se tratara.
Jorrat, Victoria. Mar., 2014. Corrida de toros, de Rafael Alberti. Poemario. Acceso en https://poemario.com/corrida-de-toros/
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