Soneto: Feliciano me adora y le aborrezco…, Sor Juana Inés de la Cruz

Análisis

Como el propio título del poema indica, esta poeta incide nuevamente en la importancia que tiene para ella el amor de Dios y como éste no tiene comparación con ningún otro tipo de sentimiento más terrenal. De hecho, en los versos que componen el poema, esta idea se va desarrollando continuamente.

Así, en el primer cuarteto se nos presenta la idea de que el amor terrenal, el amor de pareja, hacia un hombre, para ella no es esencial. Rechaza todo sentimiento masculino hacia ella. Busca la unión con Dios, ese amor verdadero que, en ese momento todavía no es correspondido.

En el segundo cuarteto ella está entregada a Dios pero éste le hace ir por una senda de sufrimiento. Aquí hace referencia a ese camino místico, que todo poeta que busca esa unión con lo divino tiene que atravesar. Aun así, prefiere ese camino, ese amor, a otro más terrenal que es, al mismo tiempo, menos real, más de apariencia.
En el primer terceto ella es consciente de que el camino de entrega Dios es una senda de sufrimiento y que no es comprendida a los ojos de la mayoría de las personas. Es más, ella es consciente de que esos sentimientos que demuestra ofenden a más de uno.

En el último terceto, ella se siente perdida y con sentimientos encontrados, ya que siente que no puede entregarse a ese amor terrenal, pero tampoco se siente correspondida por el amor de Dios. Es por ello que, en esta última parte podemos intuir lo difícil que es para muchos poetas y, en este caso monjas, el camino de la búsqueda de la unión mística con Dios, ya que es una mezcla de entrega total, renuncia, dolor, sufrimiento y, al mismo tiempo, alegría y deseo de esa búsqueda y encuentro.

Lo que pone de manifiesto este tipo de literatura, en este caso poesía, es la dificultad de la poeta no sólo para expresar y plasmar sus sentimientos sin que éstos se confundan con actitudes terrenales. Hay como una justificación constante de lo que dice y de cómo se puede malinterpretar.

Es por ello que, en muchos de los versos hay como una necesidad de expresar lo que se siente y, al mismo tiempo aclararlo para que el lector no lo tome al pie de la letra. Esto hace que, en muchos aspectos, quien no conoce ese tipo de literatura o la lee por primera vez, tenga la sensación de estar leyendo poesía amorosa sin más.

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Ejemplos de figuras literarias en Soneto: Feliciano me adora y le aborrezco…

Figuras Literarias	Ejemplos	Descripción
Metáfora	"Feliciano me adora y le aborrezco; Lisardo me aborrece y yo le adoro"	Expresa relaciones complejas y contradictorias, donde el amor y el odio están representados por una gama de emociones y actitudes difíciles entre los actores.
Metáfora	"aqueste con pedir lo que no tengo, y aquél con no tener lo que le pido."	Asociación del dolor emocional con una situación en la que alguien exige algo que no puede proporcionar y donde ella misma no recibe lo que necesita.
Antítesis	"Feliciano me adora y le aborrezco; Lisardo me aborrece y yo le adoro"	La antítesis es evidente en la oposición directa de las relaciones con Feliciano y Lisardo, lo que realza la idea de la contradicción y el conflicto emocional en el poema.
Paralelismo	"a quien más me desdora, el alma ofrezco; a quien me ofrece víctimas, desdoro"	El poema presenta un paralelismo en la forma en que trata a los dos hombres, enfatizando la paradoja y la tensión de la situación.
Anáfora	"desprecio al que enriquece mi decoro, y al que le hace desprecios, enriquezco."	Repite la estructura de las frases "desprecio al que..." y "al que...", destacando las acciones y subrayando el dilema.
Oxímoron	"Feliciano me adora y le aborrezco; Lisardo me aborrece y yo le adoro"	Presenta una situación contradictoria donde el amor y el odio coexisten en las relaciones con los dos hombres, transmitiendo las emociones de la autora.

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