El Anauco, Andrés Bello

Irrite la codicia1
por rumbos ignorados2
a la sonante Tetis3
y bramadores austros;4
el pino que habitaba5
del Betis fortunado6
las márgenes amenas7
vestidas de amaranto,8
impunemente admire9
los deliciosos campos10
del Ganges caudaloso,11
de aromas coronado.12

Tú, verde y apacible13
ribera del Anauco,14
para mí más alegre,15
que los bosques idalios16
y las vegas hermosas17
de la plácida Pafos,18
resonarás continuo19
con mis humildes cantos;20
y cuando ya mi sombra21
sobre el funesto barco22
visite del Erebo23
los valles solitarios,24
en tus umbrías selvas25
y retirados antros26
erraré cual un día,27
tal vez abandonando28
la silenciosa margen29
de los estigios lagos.30

La turba dolorida31
de los pueblos cercanos32
evocará mis manes33
con lastimero llanto;34
y ante la triste tumba,35
de funerales ramos36
vestida, y olorosa37
con perfumes indianos,38
dirá llorando Filis:39
"Aquí descansa Fabio".40

¡Mil veces venturoso!41
Pero, tú, desdichado,42
por bárbaras naciones43
lejos del clima patrio44
débilmente vaciles45
al peso de los años.46
Devoren tu cadáver47
los canes sanguinarios48
que apacienta Caribdis49
en sus rudos peñascos;50
ni aplaque tus cenizas51
con ayes lastimados52
la pérfida consorte53
ceñida de otros brazos.54

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