Primero sueño, Sor Juana Inés de la Cruz

¿Cuándo? Publicado en , en el libro Segundo volumen de las obras de sóror Juana Inés de la Cruz.

Piramidal, funesta, de la tierra1
nacida sombra, al cielo encaminaba2
de vanos obeliscos punta altiva,3
escalar pretendiendo las estrellas;4
si bien sus luces bellas,5
exentas siempre, siempre rutilantes,6
la tenebrosa guerra7
que con negros vapores le intimaba8
la pavorosa sombra fugitiva9
burlaban tan distantes,10
que su atezado ceño11
al superior convexo aun no llegaba12
del orbe de la diosa13
que tres veces hermosa14
con tres hermosos rostros ser ostenta,15
quedando sólo o dueño16
del aire que empañaba17
con el aliento denso que exhalaba;18
y en la quietud contenta19
de imperio silencioso,20
sumisas sólo voces consentía21
de las nocturnas aves,22
tan obscuras, tan graves,23
que aun el silencio no se interrumpía.24
Con tardo vuelo y canto, del oído25
mal, y aun peor del ánimo admitido,26
la avergonzada Nictimene acecha27
de las sagradas puertas los resquicios,28
o de las claraboyas eminentes29
los huecos más propicios30
que capaz a su intento le abren brecha,31
y sacrílega llega a los lucientes32
faroles sacros de perenne llama,33
que extingue, si no infama,34
en licor claro, la materia crasa35
consumiendo, que el árbol de Minerva36
de su fruto, de prensas agravado,37
congojoso sudó y rindió forzado.38
Y aquellas que su casa39
campo vieron volver, sus telas hierba,40
a la deidad de Baco inobedientes,41
—ya no historias contando diferentes,42
en forma sí afrentosa transformadas—,43
segunda forman niebla,44
ser vistas aun temiendo en la tiniebla,45
aves sin pluma aladas:46
aquellas tres oficïosas, digo,47
atrevidas hermanas,48
que el tremendo castigo49
de desnudas les dio pardas membranas,50
alas tan mal dispuestas51
que escarnio son aun de las más funestas.52
Éstos, con el parlero53
ministro de Plutón un tiempo, ahora54
supersticioso indicio al agorero,55
solos la no canora56
componían capilla pavorosa,57
máximas, negras, longas entonando,58
y pausas más que voces, esperando59
a la torpe mensura perezosa60
de mayor proporción tal vez, que el viento61
con flemático echaba movimiento,62
de tan tardo compás, tan detenido,63
que en medio se quedó tal vez dormido.64
Este, pues, triste son intercadente65
de la asombrada turba temerosa,66
menos a la atención solicitaba67
que al sueño persuadía;68
antes sí, lentamente,69
su obtusa consonancia espacïosa70
al sosiego inducía71
y al reposo los miembros convidaba,72
el silencio intimando a los vivientes73
(uno y otro sellando labio obscuro74
con indicante dedo),75
Harpócrates, la noche, silencioso;76
a cuyo, aunque no duro,77
si bien imperïoso78
precepto, todos fueron obedientes.79
El viento sosegado, el can dormido,80
éste yace, aquél quedo81
los átomos no mueve,82
con el susurro hacer temiendo leve,83
aunque poco, sacrílego ruïdo,84
violador del silencio sosegado.85
El mar, no ya alterado,86
ni aun la instable mecía87
cerúlea cuna donde el sol dormía;88
y los dormidos, siempre mudos, peces,89
en los lechos lamosos90
de sus obscuros senos cavernosos,91
mudos eran dos veces;92
y entre ellos, la engañosa encantadora93
Almone, a los que antes94
en peces transformó, simples amantes,95
transformada también, vengaba ahora.96
En los del monte senos escondidos,97
cóncavos de peñascos mal formados98
de su aspereza menos defendidos99
que de su obscuridad asegurados,100
cuya mansión sombría101
ser puede noche en la mitad del día,102
incógnita aun al cierto103
montaraz pie del cazador experto,104
depuesta la fiereza105
de unos, y de otros el temor depuesto,106
yacía el vulgo bruto,107
a la naturaleza108
el de su potestad pagando impuesto,109
universal tributo;110
y el rey, que vigilancias afectaba,111
aun con abiertos ojos no velaba.112
El de sus mismos perros acosado,113
monarca en otro tiempo esclarecido,114
tímido ya venado,115
con vigilante oído,116
del sosegado ambiente117
al menor perceptible movimiento118
que los átomos muda,119
la oreja alterna aguda120
y el leve rumor siente121
que aun le altera dormido.122
Y en la quietud del nido,123
que de brozas y lodo instable hamaca124
formó en la más opaca125
parte del árbol, duerme recogida126
la leve turba, descansando el viento127
del que le corta, alado movimiento.128
De Júpiter el ave generosa,129
como al fin reina, por no darse entera130
al descanso, que vicio considera131
si de preciso pasa, cuidadosa132
de no incurrir de omisa en el exceso,133
a un solo pie librada fía el peso,134
y en otro guarda el cálculo pequeño135
—despertador reloj del leve sueño—,136
por que, si necesario fue admitido,137
no pueda dilatarse continuado,138
antes interrumpido139
del regio sea pastoral cuidado.140
¡Oh de la Majestad pensión gravosa,141
que aun el menor descuido no perdona!142
Causa, quizá, que ha hecho misteriosa,143
circular, denotando, la corona,144
en círculo dorado,145
que el afán es no menos continuado.146
El sueño todo, en fin, lo poseía;147
todo, en fin, el silencio lo ocupaba:148
aun el ladrón dormía;149
aun el amante no se desvelaba.150
El conticinio casi ya pasando151
iba, y la sombra dimidiaba, cuando152
de las diurnas tareas fatigados153
—y no sólo oprimidos154
del afán ponderoso155
del corporal trabajo, mas cansados156
del deleite también (que también cansa157
objeto continuado a los sentidos,158
aun siendo deleitoso:159
que la naturaleza siempre alterna160
ya una, ya otra balanza,161
distribuyendo varios ejercicios162
ya al ocio, ya al trabajo destinados,163
en el fiel infïel con que gobierna164
la aparatosa máquina del mundo)—;165
así pues, de profundo166
sueño dulce los miembros ocupados,167
quedaron los sentidos168
del que ejercicio tienen ordinario169
(trabajo en fin, pero trabajo amado,170
si hay amable trabajo),171
si privados no, al menos suspendidos,172
y cediendo al retrato del contrario173
de la vida, que, lentamente armado,174
cobarde embiste y vence perezoso175
con armas soñolientas,176
desde el cayado humilde al cetro altivo,177
sin que haya distintivo178
que el sayal de la púrpura discierna,179
pues su nivel, en todo poderoso,180
gradúa por exentas181
a ningunas personas,182
desde la de a quien tres forman coronas183
soberana tïara,184
hasta la que pajiza vive choza;185
desde la que el Danubio undoso dora,186
a la que junco humilde, humilde mora;187
y con siempre igual vara188
(como, en efecto, imagen poderosa189
de la muerte) Morfeo190
el sayal mide igual con el brocado.191
El alma, pues, suspensa192
del exterior gobierno, —en que, ocupada193
en material empleo,194
o bien o mal da el día por gastado—,195
solamente dispensa196
remota, si del todo separada197
no, a los de muerte temporal opresos198
lánguidos miembros, sosegados huesos,199
los gajes del calor vegetativo,200
el cuerpo siendo, en sosegada calma,201
un cadáver con alma,202
muerto a la vida y a la muerte vivo,203
de lo segundo dando tardas señas204
el del reloj humano205
vital volante que, si no con mano,206
con arterial concierto, unas pequeñas207
muestras, pulsando, manifiesta lento208
de su bien regulado movimiento.209
Este, pues, miembro rey y centro vivo210
de espíritus vitales,211
con su asociado respirante fuelle212
—pulmón, que imán del viento es atractivo,213
que en movimientos nunca desiguales,214
o comprimiendo ya, o ya dilatando215
el musculoso, claro arcaduz blando,216
hace que en él resuelle217
el que le circunscribe fresco ambiente218
que impele ya caliente,219
y él venga su expulsión haciendo activo,220
pequeños robos al calor nativo,221
algún tiempo llorados,222
nunca recuperados,223
si ahora no sentidos de su dueño224
(que, repetido, no hay robo pequeño)—;225
éstos, pues, de mayor, como ya digo,226
excepción, uno y otro fiel testigo,227
la vida aseguraban,228
mientras con mudas voces impugnaban229
la información, callados, los sentidos,230
con no replicar sólo defendidos;231
y la lengua que, torpe, enmudecía,232
con no poder hablar los desmentía.233
Y aquella del calor más competente234
científica oficina,235
próvida de los miembros despensera,236
que avara nunca y siempre diligente,237
ni a la parte prefiere más vecina238
ni olvida a la remota,239
y en ajustado natural cuadrante240
las cuantidades nota241
que a cada cuál tocarle considera,242
del que alambicó quilo el incesante243
calor, en el manjar que, medianero244
piadoso, entre él y el húmedo interpuso245
su inocente substancia,246
pagando por entero247
la que, ya piedad sea, o ya arrogancia,248
al contrario voraz, necio, la expuso249
(merecido castigo, aunque se excuse,250
al que en pendencia ajena se introduce);251
ésta, pues, si no fragua de Vulcano,252
templada hoguera del calor humano,253
al cerebro envïaba254
húmedos, mas tan claros los vapores255
de los atemperados cuatro humores,256
que con ellos no sólo no empañaba257
los simulacros que la estimativa258
dio a la imaginativa259
y aquésta, por custodia más segura,260
en forma ya más pura261
entregó a la memoria (que, oficiosa,262
grabó tenaz y guarda cuidadosa),263
sino que daban a la fantasía264
lugar de que formase265
imágenes diversas. Y del modo266
que en tersa superficie, que de Faro267
cristalino portento, asilo raro268
fue, en distancia longísima se vían269
sin que ésta le estorbase,270
del reino casi de Neptuno todo271
las que distantes le surcaban naves,272
viéndose claramente273
en su azogada luna274
el número, el tamaño y la fortuna275
que en la instable campaña transparente276
arresgadas tenían,277
mientras aguas y vientos dividían278
sus velas leves y sus quillas graves:279
así ella, sosegada, iba copiando280
las imágenes todas de las cosas,281
y el pincel invisible iba formando282
de mentales, sin luz, siempre vistosas283
colores, las figuras284
no sólo ya de todas las criaturas285
sublunares, mas aun también de aquellas286
que intelectuales claras son estrellas,287
y en el modo posible288
que concebirse puede lo invisible,289
en sí, mañosa, las representaba290
y al alma las mostraba.291
La cual, en tanto, toda convertida292
a su inmaterial ser y esencia bella,293
aquella contemplaba,294
participada de alto Ser, centella295
que con similitud en sí gozaba;296
y juzgándose casi dividida297
de aquella que impedida298
siempre la tiene, corporal cadena,299
que grosera embaraza y torpe impide300
el vuelo intelectual con que ya mide301
la cuantidad inmensa de la esfera,302
ya el curso considera303
regular, con que giran desiguales304
los cuerpos celestiales305
—culpa, si grave, merecida pena306
(torcedor del sosiego, riguroso)307
de estudio vanamente judicioso—,308
puesta, a su parecer, en la eminente309
cumbre de un monte a quien el mismo Atlante,310
que preside gigante311
a los demás, enano obedecía,312
y Olimpo, cuya sosegada frente,313
nunca de aura agitada314
consintió ser violada,315
aun falda suya ser no merecía,316
pues las nubes que opaca son corona317
de la más elevada corpulencia,318
del volcán más soberbio que en la tierra319
gigante erguido intima al cielo guerra,320
apenas densa zona321
de su altiva eminencia,322
o a su vasta cintura323
cíngulo tosco son que, mal ceñido,324
o el viento lo desata sacudido,325
o vecino el calor del sol lo apura.326
A la región primera de su altura327
(ínfima parte, digo, dividiendo328
en tres su continuado cuerpo horrendo),329
el rápido no pudo, el veloz vuelo330
del águila que puntas hace al cielo331
y al sol bebe los rayos (pretendiendo332
entre sus luces colocar su nido)333
llegar; bien que, esforzando334
más que nunca el impulso, ya batiendo335
las dos plumadas velas, ya peinando336
con las garras el aire, ha pretendido,337
tejiendo de los átomos escalas,338
que su inmunidad rompan sus dos alas.339
Las Pirámides dos —ostentaciones340
de Menfis vano, y de la arquitectura341
último esmero, si ya no pendones342
fijos, no tremolantes—, cuya altura343
coronada de bárbaros trofeos344
tumba y bandera fue a los Ptolomeos,345
que al viento, que a las nubes publicaba346
(si ya también al cielo no decía)347
de su grande, su siempre vencedora348
ciudad —ya Cairo ahora—349
las que, porque a su copia enmudecía,350
la Fama no cantaba351
gitanas glorias, ménficas proezas,352
aun en el viento, aun en el cielo impresas:353
éstas, que en nivelada simetría354
su estatura crecía355
con tal diminución, con arte tanto,356
que cuanto más al cielo caminaba,357
a la vista, que lince la miraba,358
entre los vientos se desparecía,359
sin permitir mirar la sutil punta360
que al primer orbe finge que se junta,361
hasta que, fatigada del espanto,362
no descendida, sino despeñada363
se hallaba al pie de la espaciosa basa,364
tarde o mal recobrada365
del desvanecimiento366
que pena fue no escasa367
del visüal alado atrevimiento;368
cuyos cuerpos opacos369
no al sol opuestos, antes avenidos370
con sus luces, si no confederados371
con él (como, en efecto, confinantes),372
tan del todo bañados373
de su resplandor eran, que —lucidos—374
nunca de calorosos caminantes375
al fatigado aliento, a los pies flacos,376
ofrecieron alfombra377
aun de pequeña, aun de señal de sombra;378
éstas, que glorias ya sean gitanas,379
o elaciones profanas,380
bárbaros jeroglíficos de ciego381
error, según el griego382
ciego también, dulcísimo poeta,383
—si ya, por las que escribe384
aquileyas proezas385
o marciales de Ulises sutilezas,386
la unión no le recibe387
de los historiadores, o le acepta388
cuando entre su catálogo le cuente,389
que gloria más que número le aumente—,390
de cuya dulce serie numerosa391
fuera más fácil cosa392
al temido Tonante393
el rayo fulminante394
quitar, o la pesada395
a Alcides clava herrada,396
que un hemistiquio solo397
de los que le dictó propicio Apolo:398
según de Homero, digo, la sentencia,399
las Pirámides fueron materiales400
tipos sólo, señales exteriores401
de las que, dimensiones interiores,402
especies son del alma intencionales:403
que como sube en piramidal punta404
al cielo la ambiciosa llama ardiente,405
así la humana mente406
su figura trasunta,407
y a la Causa Primera siempre aspira,408
céntrico punto donde recta tira409
la línea, si ya no circunferencia410
que contiene, infinita, toda esencia.411
Estos, pues, montes dos artificiales412
(bien maravillas, bien milagros sean),413
y aun aquella blasfema altiva Torre414
de quien hoy dolorosas son señales415
—no en piedras, sino en lenguas desiguales,416
porque voraz el tiempo no las borre—417
los idiomas diversos que escasean418
el socïable trato de las gentes419
(haciendo que parezcan diferentes420
los que unos hizo la naturaleza,421
de la lengua por sólo la extrañeza),422
si fueran comparados423
a la mental pirámide elevada424
donde —sin saber cómo— colocada425
el alma se miró, tan atrasados426
se hallaran, que cualquiera427
gradüara su cima por esfera:428
pues su ambicioso anhelo,429
haciendo cumbre de su propio vuelo,430
en la más eminente431
la encumbró parte de su propia mente,432
de sí tan remontada, que creía433
que a otra nueva región de sí salía.434
En cuya casi elevación inmensa,435
gozosa mas suspensa,436
suspensa pero ufana,437
y atónita aunque ufana, la suprema438
de lo sublunar reina soberana,439
la vista perspicaz, libre de anteojos,440
de sus intelectuales bellos ojos,441
sin que distancia tema442
ni de obstáculo opaco se recele443
de que interpuesto algún objeto cele,444
libre tendió por todo lo crïado:445
cuyo inmenso agregado,446
cúmulo incomprehensible,447
aunque a la vista quiso manifiesto448
dar señas de posible,449
a la comprehensión no, que, entorpecida450
con la sobra de objetos, y excedida451
de la grandeza de ellos su potencia,452
retrocedió cobarde.453
Tanto no, del osado presupuesto454
revocó la intención, arrepentida,455
la vista que intentó, descomedida,456
en vano hacer alarde457
contra objeto que excede en excelencia458
las líneas visüales459
—contra el sol, digo, cuerpo luminoso,460
cuyos rayos castigo son fogoso,461
que fuerzas desiguales462
despreciando, castigan rayo a rayo463
el confïado, antes atrevido464
y ya llorado ensayo465
(necia experiencia que costosa tanto466
fue, que Ícaro ya, su propio llanto467
lo anegó enternecido)—,468
como el entendimiento, aquí vencido469
no menos de la inmensa muchedumbre470
de tanta maquinosa pesadumbre471
(de diversas especies conglobado472
esférico compuesto),473
que de las cualidades474
de cada cual, cedió: tan asombrado475
que, entre la copia puesto,476
pobre con ella en las neutralidades477
de un mar de asombros, la elección confusa,478
equívoco, las ondas zozobraba;479
y por mirarlo todo, nada vía,480
ni discernir podía481
(bota la facultad intelectiva482
en tanta, tan difusa483
incomprehensible especie que miraba484
desde el un eje en que librada estriba485
la máquina voluble de la esfera,486
al contrapuesto polo)487
las partes ya no sólo488
que al universo todo considera489
serle perfeccionantes,490
a su ornato, no más pertenecientes,491
mas ni aun las que integrantes492
miembros son de su cuerpo dilatado,493
proporcionadamente competentes.494
Mas como al que ha usurpado495
diuturna obscuridad, de los objetos496
visibles los colores,497
si súbitos le asaltan resplandores,498
con la sobra de luz queda más ciego499
—que el exceso contrarios hace efectos500
en la torpe potencia, que la lumbre501
del sol admitir luego502
no puede por la falta de costumbre—,503
y a la tiniebla misma, que antes era504
tenebroso a la vista impedimento,505
de los agravios de la luz apela,506
y una vez y otra con la mano cela507
de los débiles ojos deslumbrados508
los rayos vacilantes,509
sirviendo ya, piadosa medianera,510
la sombra de instrumento511
para que recobrados512
por grados se habiliten,513
porque después constantes514
su operación más firmes ejerciten.515
(Recurso natural, innata ciencia516
que, confirmada ya de la experiencia,517
maestro quizá mudo,518
retórico ejemplar, inducir pudo519
a uno y otro Galeno520
para que del mortífero veneno,521
en bien proporcionadas cantidades522
escrupulosamente regulando523
las ocultas nocivas cualidades,524
ya por sobrado exceso525
de cálidas o frías,526
o ya por ignoradas simpatías527
o antipatías con que van obrando528
las causas naturales su progreso,529
a la admiración dando, suspendida,530
efecto cierto en causa no sabida,531
con prolijo desvelo y remirada532
empírica atención, examinada533
en la bruta experiencia,534
por menos peligrosa,535
la confección hicieran provechosa,536
último afán de la apolínea ciencia,537
de admirable trïaca,538
¡que así del mal el bien tal vez se saca.)539
No de otra suerte el alma, que asombrada540
de la vista quedó de objeto tanto,541
la atención recogió, que derramada542
en diversidad tanta, aun no sabía543
recobrarse a sí misma del espanto544
que portentoso había545
su discurso calmado,546
permitiéndole apenas547
de un concepto confuso548
el informe embrïón que, mal formado,549
inordinado caos retrataba550
de confusas especies que abrazaba,551
sin orden avenidas,552
sin orden separadas,553
que cuanto más se implican combinadas554
tanto más se disuelven desunidas,555
de diversidad llenas,556
ciñendo con violencia lo difuso557
de objeto tanto, a tan pequeño vaso,558
aun al más bajo, aun al menor, escaso.559
Las velas, en efecto, recogidas,560
que fïó inadvertidas561
traidor al mar, al viento ventilante562
—buscando, desatento,563
al mar fidelidad, constancia al viento—,564
mal le hizo de su grado565
en la mental orilla566
dar fondo, destrozado,567
al timón roto, a la quebrada entena,568
besando arena a arena569
de la playa el bajel, astilla a astilla,570
donde, ya recobrado,571
el lugar usurpó de la carena572
cuerda refleja, reportado aviso573
de dictamen remiso:574
que, en su operación misma reportado,575
más juzgó conveniente576
a singular asunto reducirse,577
o separadamente578
una por una discurrir las cosas579
que vienen a ceñirse580
en las que, artificiosas,581
dos veces cinco son Categorías:582
reducción metafísica que enseña583
(los entes concibiendo generales584
en sólo unas mentales fantasías585
donde de la materia se desdeña586
el discurso abstraído)587
ciencia a formar de los Universales,588
reparando, advertido,589
con el arte el defecto590
de no poder con un intüitivo591
conocer acto todo lo crïado,592
sino que, haciendo escala, de un concepto593
en otro va ascendiendo grado a grado,594
y el de comprender orden relativo595
sigue, necesitado596
del del entendimiento597
limitado vigor, que a sucesivo598
discurso fía su aprovechamiento:599
cuyas débiles fuerzas, la doctrina600
con doctos alimentos va esforzando,601
y el prolijo, si blando,602
continuo curso de la disciplina,603
robustos le va alientos infundiendo,604
con que más animoso605
al palio glorïoso606
del empeño más arduo, altivo aspira,607
los altos escalones ascendiendo,608
en una ya, ya en otra cultivado609
facultad, hasta que insensiblemente610
la honrosa cumbre mira,611
término dulce de su afán pesado,612
de amarga siembra, fruto al gusto grato613
(que aun a largas fatigas fue barato),614
y con planta valiente615
la cima huella de su altiva frente.616
De esta serie seguir mi entendimiento617
el método quería,618
o del ínfimo grado619
del ser inanimado620
(menos favorecido,621
si no más desvalido,622
de la segunda causa productiva),623
pasar a la más noble jerarquía624
que, en vegetable aliento,625
primogénito es, aunque grosero,626
de Temis: el primero627
que a sus fértiles pechos maternales,628
con virtud atractiva,629
los dulces apoyó manantïales630
de humor terrestre, que a su nutrimento631
natural es dulcísimo alimento,632
y de cuatro adornada operaciones633
de contrarias acciones,634
ya atrae, ya segrega diligente635
lo que no serle juzga conveniente,636
ya lo superfluo expele, y de la copia637
la substancia más útil hace propia;638
y, ésta ya investigada,639
forma inculcar más bella,640
de sentido adornada,641
y aun más que de sentido, de aprehensiva642
fuerza imaginativa:643
que justa puede ocasionar querella,644
cuando afrenta no sea,645
de la que más lucida centellea646
inanimada estrella,647
bien que soberbios brille resplandores648
(que hasta a los astros puede superiores,649
aun la menor criatura, aun la más baja,650
ocasionar envidia, hacer ventaja);651
y de este corporal conocimiento652
haciendo, bien que escaso, fundamento,653
al supremo pasar maravilloso654
compuesto triplicado,655
de tres acordes líneas ordenado656
y de las formas todas inferiores657
compendio misterioso:658
bisagra engarzadora659
de la que más se eleva entronizada660
naturaleza pura661
y de la que, criatura662
menos noble, se ve más abatida:663
no de las cinco solas adornada664
sensibles facultades,665
mas de las interiores666
que tres rectrices son, ennoblecida:667
que para ser señora668
de las demás, no en vano669
la adornó sabia poderosa mano,670
fin de sus obras, círculo que cierra671
la esfera con la tierra,672
última perfección de lo crïado673
y último de su eterno Autor agrado,674
en quien con satisfecha complacencia675
su inmensa descansó magnificencia;676
fábrica portentosa677
que, cuanto más altiva al cielo toca,678
sella el polvo la boca679
(de quien ser pudo imagen misteriosa680
la que Águila evangélica, sagrada681
visión en Patmos vio, que las estrellas682
midió y el suelo con iguales huellas,683
o la estatua eminente684
que del metal mostraba más preciado685
la rica altiva frente,686
y en el más desechado687
material, flaco fundamento hacía,688
con que a leve vaivén se deshacía);689
el Hombre, digo, en fin, mayor portento690
que discurre el humano entendimiento;691
compendio que absoluto692
parece al ángel, a la planta, al bruto;693
cuya altiva bajeza694
toda participó naturaleza.695
¿Por qué? Quizá porqué, más venturosa696
que todas, encumbrada697
a merced de amorosa698
Unión sería (¡oh, aunque tan repetida,699
nunca bastantemente bien sabida700
merced, pues ignorada701
en lo poco apreciada702
parece, o en lo mal correspondida!)703
Estos, pues, grados discurrir quería704
unas veces, pero otras, disentía,705
excesivo juzgando atrevimiento706
el discurrirlo todo707
quien aun la más pequeña,708
aun la más fácil parte no entendía709
de los más manüales710
efectos naturales;711
quien de la fuente no alcanzó risueña712
el ignorado modo713
con que el curso dirige cristalino714
deteniendo en ambages su camino,715
los horrorosos senos716
de Plutón, las cavernas pavorosas717
del abismo tremendo,718
las campañas hermosas,719
los Elíseos amenos,720
tálamo ya de su triforme esposa,721
clara pesquisidora registrando722
(útil curiosidad, aunque prolija,723
que de su no cobrada bella hija724
noticia cierta dio a la rubia diosa,725
cuando montes y selvas trastornando,726
cuando prados y bosques inquiriendo,727
su vida iba buscando728
y del dolor su vida iba perdiendo);729
quien de la breve flor aun no sabía730
por qué ebúrnea figura731
circunscribe su frágil hermosura;732
mixtos, por qué, colores,733
confundiendo la grana en los albores,734
fragante le son gala;735
ámbares por qué exhala,736
y el leve, si más bello737
ropaje al viento explica,738
que en una y otra fresca multiplica739
hoja, formando pompa escarolada740
de dorados perfiles cairelada,741
que, roto del capillo el blanco sello,742
de dulce herida de la cipria diosa743
los despojos ostenta jactanciosa,744
si ya el que la colora,745
candor al alba, púrpura a la aurora746
no le usurpó y, mezclado,747
purpúreo es ampo, rosicler nevado,748
tornasol que concita749
los que del prado aplausos solicita:750
preceptor quizá vano,751
si no ejemplo profano,752
de industria femenil, que el más activo753
veneno hace dos veces ser nocivo754
en el velo aparente755
de la que finge tez resplandeciente.756
Pues si a un objeto solo —repetía757
tímido el pensamiento—758
huye el conocimiento759
y cobarde el discurso se desvía;760
si a especie segregada761
—como de las demás independiente,762
como sin relación considerada—763
da las espaldas el entendimiento,764
y asombrado el discurso se espeluza765
del difícil certamen que rehúsa766
acometer valiente,767
porque teme, cobarde, comprehenderlo768
o mal, o nunca, o tarde,769
¿cómo en tan espantosa770
máquina inmensa discurrir pudiera?,771
cuyo terrible incomportable peso772
si ya en su centro mismo no estribara,773
de Atlante a las espaldas agobiara,774
de Alcides a las fuerzas excediera;775
y el que fue de la esfera776
bastante contrapeso,777
pesada menos, menos ponderosa778
su máquina juzgara, que la empresa779
de investigar a la naturaleza.780
Otras, más esforzado,781
demasiada acusaba cobardía782
el lauro antes ceder, que en la lid dura783
haber siquiera entrado;784
y al ejemplar osado785
del claro joven la atención volvía,786
auriga altivo del ardiente carro,787
y el, si infeliz, bizarro788
alto impulso, el espíritu encendía:789
donde el ánimo halla,790
más que el temor ejemplos de escarmiento,791
abiertas sendas al atrevimiento,792
que una ya vez trilladas, no hay castigo793
que intento baste a remover segundo794
(segunda ambición, digo).795
Ni el panteón profundo,796
cerúlea tumba a su infeliz ceniza,797
ni el vengativo rayo fulminante798
mueve, por más que avisa,799
al ánimo arrogante800
que, el vivir despreciando, determina801
su nombre eternizar en su ruïna.802
Tipo es, antes, modelo,803
ejemplar pernicioso804
que alas engendra a repetido vuelo805
del ánimo ambicioso806
que, del mismo terror haciendo halago807
que al valor lisonjea,808
las glorias deletrea809
entre los caracteres del estrago.810
(O el castigo jamás se publicara811
por que nunca el delito se intentara;812
político silencio antes rompiera813
los autos del proceso814
—circunspecto estadista—;815
o en fingida ignorancia simulara816
o con secreta pena castigara817
el insolente exceso,818
sin que a popular vista819
el ejemplar nocivo propusiera:820
que del mayor delito la malicia821
peligra en la noticia,822
contagio dilatado trascendiendo;823
porque singular culpa sólo siendo,824
dejara más remota a lo ignorado825
su ejecución, que no a lo escarmentado.)826
Mas mientras entre escollos zozobraba827
confusa la elección, sirtes tocando828
de imposibles, en cuantos intentaba829
rumbos seguir, no hallando830
materia en que cebarse831
el calor ya, pues su templada llama832
(llama al fin, aunque más templada sea,833
que si su activa emplea834
operación, consume, si no inflama),835
sin poder excusarse,836
había lentamente837
el manjar trasformado,838
propia substancia de la ajena haciendo,839
y el que hervor resultaba bullicioso840
de la unión entre el húmedo y ardiente,841
en el maravilloso842
natural vaso había ya cesado843
faltando el medio, y consiguientemente844
los que de él ascendiendo845
soporíferos, húmedos vapores846
el trono racional embarazaban847
(desde donde a los miembros derramaban848
dulce entorpecimiento),849
a los suaves ardores850
del calor consumidos,851
las cadenas del sueño desataban,852
y, la falta sintiendo de alimento853
los miembros extenuados,854
del descanso cansados,855
ni del todo despiertos ni dormidos,856
muestras de apetecer el movimiento857
con tardos esperezos858
ya daban, extendiendo859
los nervios, poco a poco, entumecidos,860
y los cansados huesos861
aun sin entero arbitrio de su dueño862
volviendo al otro lado,863
a cobrar empezaron los sentidos,864
dulcemente impedidos865
del natural beleño,866
su operación, los ojos entreabriendo.867
Y del cerebro, ya desocupado,868
las fantasmas huyeron869
y, como de vapor leve formadas,870
en fácil humo, en viento convertidas871
su forma resolvieron.872
(Así linterna mágica, pintadas873
representa fingidas874
en la blanca pared varias figuras,875
de la sombra no menos ayudadas876
que de la luz: que en trémulos reflejos877
los competentes lejos878
guardando de la docta perspectiva,879
en sus ciertas mensuras880
de varias experiencias aprobadas,881
la sombra fugitiva,882
que en el mismo esplendor se desvanece,883
cuerpo finge formado,884
de todas dimensiones adornado,885
cuando aun ser superficie no merece.)886
En tanto, el padre de la luz ardiente,887
de acercarse al Oriente888
ya el término prefijo conocía,889
y al antípoda opuesto despedía890
con transmontantes rayos:891
que, de su luz en trémulos desmayos,892
en el punto hace mismo su Occidente,893
que nuestro Oriente ilustra luminoso.894
Pero de Venus, antes, el hermoso895
apacible lucero896
rompió el albor primero,897
y del viejo Titán la bella esposa,898
amazona de luces mil vestida,899
contra la noche armada,900
hermosa si atrevida,901
valiente aunque llorosa,902
su frente mostró hermosa903
de matutinas luces coronada,904
aunque tierno preludio, ya animoso905
del planeta fogoso,906
que venía las tropas reclutando907
de bisoñas vislumbres908
(las más robustas, veteranas lumbres909
para la retaguardia reservando)910
contra la que, tirana usurpadora911
del imperio del día,912
negro laurel de sombras mil ceñía913
y con nocturno cetro pavoroso914
las sombras gobernaba,915
de quien aun ella misma se espantaba.916
Pero apenas la bella precursora917
signífera del sol, el luminoso918
en el Oriente tremoló estandarte,919
tocando al arma todos los süaves920
si bélicos clarines de las aves,921
diestros, aunque sin arte922
trompetas sonorosos,923
cuando —como tirana al fin, cobarde,924
de recelos medrosos925
embarazada, bien que hacer alarde926
intentó de sus fuerzas, oponiendo927
de su funesta capa los reparos,928
breves en ella de los tajos claros929
heridas recibiendo930
(bien que, mal satisfecho su denuedo,931
pretexto mal formado fue del miedo)—,932
su débil resistencia conociendo,933
a la fuga ya casi cometiendo934
más que a la fuerza el medio de salvarse,935
ronca tocó bocina936
a recoger los negros escuadrones937
para poder en orden retirarse,938
cuando de más vecina939
plenitud de reflejos fue asaltada,940
que la punta rayó más encumbrada941
de los del mundo erguidos torreones.942
Llegó, en efecto, el sol cerrando el giro943
que esculpió de oro sobre azul zafiro.944
De mil multiplicados945
mil veces puntos, flujos mil dorados,946
líneas, digo, de luz clara, salían947
de su circunferencia luminosa,948
pautando al cielo la cerúlea plana;949
y a la que antes funesta fue tirana950
de su imperio, atropadas embestían:951
que sin concierto huyendo presurosa,952
en sus mismos horrores tropezando,953
su sombra iba pisando,954
y llegar al ocaso pretendía955
con el sin orden ya, desbaratado956
ejército de sombras, acosado957
de la luz que el alcance le seguía.958
Consiguió, al fin, la vista del ocaso959
el fugitivo paso,960
y en su mismo despeño recobrada,961
esforzando el aliento en la rüina,962
en la mitad del globo que ha dejado963
el sol desamparada,964
segunda vez rebelde, determina965
mirarse coronada,966
mientras nuestro hemisferio la dorada967
ilustraba del sol madeja hermosa,968
que con luz judiciosa969
de orden distributivo, repartiendo970
a las cosas visibles sus colores971
iba, y restituyendo972
entera a los sentidos exteriores973
su operación, quedando a luz más cierta974
el mundo iluminado, y yo despierta.975

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