El Perro Cojo, Manuel Benitez Carrasco

Dedicado con amor para todos los perros callejeros que pasaron por mi vida y quedaron para siempre en mi corazón.

Con una pata colgando,1
despojo de una pedrada,2
pasó el perro por mi lado,3
un perro de pobre casta.4
Uno de esos callejeros,5
pobres de sangre y estampa.6
Nacen en cualquier rincón,7
de perras tristes y flacas,8
destinados a comer9
basuras de plaza en plaza.10

Cuando pequeños, qué finos11
y ágiles son en la infancia,12
baloncitos de peluche,13
tibios borlones de lana,14
los miman, los acurrucan,15
los sacan al sol, les cantan.16
Cuando mayores, al tiempo17
que ven que se fue la gracia,18
los dejan a su ventura,19
mendigos de casa en casa,20
sus hambres por los rincones21
y su sed sobre las charcas.22

Qué tristes ojos que tienen,23
que recóndita mirada24
como si en ella pusieran25
su dolor a media asta.26
Y se mueren de tristeza27
a la sombra de una tapia,28
si es que un lazo no les da29
una muerte anticipada.30

Yo le llamo: psss, psss, psss.31
Todo orejas asustadas,32
todo hociquito curioso,33
todo sed, hambre y nostalgia,34
el perro escucha mi voz,35
olfatea mis palabras36
como esperando o temiendo37
pan, caricias... o pedradas,38
no en vano lleva marcado39
un mal recuerdo en su pata.40
Lo vuelvo a llamar: psss, psss.41
Dócil a medias avanza42
moviendo el rabo con miedo43
y las orejitas gachas.44

Chasco los dedos; le digo:45
“ven aquí, no te hago nada,46
vamos, vamos, ven aquí”.47
Y adiós la desconfianza.48
Que ya se tiende a mis pies,49
a tiernos aullidos habla,50
ladra para hablar más fuerte,51
salta, gira; gira, salta;52
llora, ríe; ríe, llora;53
lengua, orejas, ojos, patas54
y el rabo es un incansable55
abanico de palabras.56

Es su alegría tan grande57
que más que hablarme, me canta.58
“¿Qué piedra te dejó cojo?59
Sí, sí, sí, malhaya”.60
El perro me entiende; sabe61
que maldigo la pedrada,62
aquella pedrada dura63
que le destrozó la pata64
y él, con el rabo, me dice65
que me agradece la lástima.66
"Pero tú no te preocupes,67
ya no ha de faltarte nada.68
Yo también soy callejero,69
aunque de distintas plazas70
y a patita coja y triste71
voy de jornada en jornada.72
Las piedras que me tiraron73
me dejaron coja el alma.74

Entre basuras de tierra75
tengo mi pan y mi almohada.76
Vamos, pues, perrito mío,77
vamos, anda que te anda,78
con nuestra cojera a cuestas,79
con nuestra tristeza en andas,80
yo por mis calles oscuras,81
tú por tus calles calladas,82
tú la pedrada en el cuerpo,83
yo la pedrada en el alma84
y cuando mueras, amigo,85
yo te enterraré en mi casa86
bajo un letrero: «aquí yace87
un amigo de mi infancia».88

Y en el cielo de los perros,89
pan tierno y carne mechada,90
te regalará San Roque91
una muleta de plata.92
Compañeros, si los hay,93
amigos donde los haya,94
mi perro y yo por la vida:95
pan pobre, rica compaña.96

Era joven y era viejo;97
por más que yo lo cuidaba,98
el tiempo malo pasado99
lo dejó medio sin alma.100
Y fueron muchas las hambres,101
mucho peso en sus tres patas102
y una mañana, en el huerto,103
debajo de mi ventana,104
lo encontré tendido, frío,105
como una piedra mojada,106
un duro musgo de pelo,107
con el rocío brillaba.108

Ya estaba mi pobre perro109
muerto de las cuatro patas.110
Hacia el cielo de los perros111
se fue, anda que te anda,112
las orejas de relente113
y el hociquillo de escarcha.114
Portero y dueño del cielo115
San Roque en la puerta estaba:116
ortopédico de mimos,117
cirujano de palabras,118
bien surtido de intercambios119
con que curar viejas taras.120
“Para ti... un rabo de oro;121
para ti... un ojo de ámbar;122
tú... tus orejas de nieve;123
tú... tus colmillos de escarcha.124
Y tú, —mi perro reía—,125
tú... tu muleta de plata”.126

Ahora ya sé por qué está127
la noche agujereada:128
¿Estrellas... luceros...? No,129
es mi perro cuando anda...130
con la muleta va haciendo131
agujeritos de plata.132

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Ejemplos de figuras literarias en El Perro Cojo

Figuras Literarias Ejemplos Descripción
Metáfora "con el rabo, me dice que me agradece la lástima" Carrasco utiliza esta metáfora para darle al perro la capacidad de comunicarse con él a través de sus movimientos corporales, en este caso, moviendo su cola. El gesto del perro se convierte en palabras, reflejando su gratitud por la simpatía que le muestra el poeta.
Metáfora "las piedras que me tiraron me dejaron coja el alma" Asociación de experiencias propias con las del perro, en un modo poético de hablar de los golpes que ha recibido en la vida, que han dejado cicatrices emocionales.
Prosopeya "es su alegría tan grande que más que hablarme, me canta" El perro es descrito como si estuviera cantando, una capacidad que está generalmente reservada para los humanos.
Hipérbole "muerto de las cuatro patas" Exagera la condición del perro después de su muerte para enfatizar la tristeza de la situación. Aunque es obvio que un perro muerto ya no puede mover ninguna de sus patas, la expresión "muerto de las cuatro patas" acentúa la finalidad de su estado.
Anáfora "vamos, vamos, ven aquí" Carrasco enfatiza y expone la insistencia de que el perro confíe en él. La repetición de la palabra "vamos" busca crear un sentido de urgencia y aliento.
Antítesis "tú la pedrada en el cuerpo, yo la pedrada en el alma" El daño físico que el perro ha experimentado se contrapone al daño emocional que describe Carrasco, mostrando que tanto los humanos como los animales pueden sufrir, aunque de diferentes maneras.
Oxímoron "pan pobre, rica compaña" Aunque el pan pueda ser pobre, la compañía del perro es rica, lo que implica que, a pesar de la adversidad, la amistad que comparten tiene un gran valor.
Paralelismo "tú por tus calles calladas, yo por mis calles oscuras" Ambos actores deambulan, cada uno por su propio camino solitario, creando una resonancia emocional y destacando la conexión que comparten.
Metonimia "una muleta de plata" Sustituto simbólico que representa la esperanza de una vida mejor para el perro en el cielo.