Para llorar, Vicente Huidobro
Es para llorar que buscamos nuestros ojos1
Para sostener nuestras lágrimas allá arriba2
En sus sobres nutridos de nuestros fantasmas3
Es para llorar que apuntamos los fusiles sobre el día4
Y sobre nuestra memoria de carne5
Es para llorar que apreciamos nuestros huesos y a la muerte sentada junto a la novia6
Escondemos nuestra voz de todas las noches7
Porque acarreamos la desgracia8
Escondemos nuestras miradas bajo las alas de las piedras9
Respiramos más suavemente que el cielo en el molino10
Tenemos miedo11Nuestro cuerpo cruje en el silencio12
Como el esqueleto en el aniversario de su muerte13
Es para llorar que buscamos palabras en el corazón14
En el fondo del viento que hincha nuestro pecho15
En el milagro del viento lleno de nuestras palabras16La muerte está atornillada a la vida17
Los astros se alejan en el infinito y los barcos en el mar18
Las voces se alejan en el aire vuelto hacia la nada19
Los rostros se alejan entre los pinos de la memoria20
Y cuando el vacío está vacío bajo el aspecto irreparable21
El viento abre los ojos de los ciegos22
Es para llorar para llorar23Nadie comprende nuestros signos y gestos de largas raíces24
Nadie comprende la paloma encerrada en nuestras palabras25
Paloma de nube y de noche26
De nube en nube y de noche en noche27
Esperamos en la puerta el regreso de un suspiro28
Miramos ese hueco en el aire en que se mueven los que aún no han nacido29Ese hueco en que quedaron las miradas de los ciegos estatuarios30
Es para poder llorar es para poder llorar31
Porque las lagrimas deben llover sobre las mejillas de la tarde32Es para llorar que la vida es tan corta33
Es para llorar que la vida es tan larga34El alma salta de nuestro cuerpo35
Bebemos en la fuente que hace ver los ojos ausentes36
La noche llega con sus corderos y sus selvas intraducibles37
La noche llega a paso de montaña38
Sobre el piano donde el árbol brota39
Con sus mercancías y sus signos amargos40
Con sus misterios que quisiera enterrar en el cielo41
La ciudad cae en el saco de la noche42
Desvestida de gloria y de prodigios43
El mar abre y cierra su puerta44
Es para llorar para llorar45
Porque nuestras lágrimas no deben separarse del buen camino46Es para llorar que buscamos la cuna de la luz47
Y la cabellera ardiente de la dicha48
Es la noche de la nadadora que sabe transformarse en fantasma49
Es para llorar que abandonamos los campos de las simientes50
En donde el árbol viejo canta bajo la tempestad como la estatua del mañana51Es para llorar que abrimos la mente a los climas de impaciencia52
Y que no apagamos el fuego del cerebro53Es para llorar que la muerte es tan rápida54
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Es para llorar que la muerte es tan lenta55
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