En Jaén, donde resido, Baltasar del Alcázar

En Jaén, donde resido,1
vive don Lope de Sosa,2
y diréte, Inés, la cosa3
más brava d'él que has oído.4

Tenía este caballero5
un criado portugués...6
Pero cenemos, Inés,7
si te parece, primero.8

La mesa tenemos puesta;9
lo que se ha de cenar, junto;10
las tazas y el vino, a punto;11
falta comenzar la fiesta.12

Rebana pan. Bueno está.13
La ensaladilla es del cielo;14
y el salpicón, con su ajuelo,15
¿no miras qué tufo da?16

Comienza el vinillo nuevo17
y échale la bendición:18
yo tengo por devoción19
de santiguar lo que bebo.20

Franco fue, Inés, ese toque;21
pero arrójame la bota;22
vale un florín cada gota23
d'este vinillo aloque.24

¿De qué taberna se trajo?25
Mas ya: de la del cantillo;26
diez y seis vale el cuartillo;27
no tiene vino más bajo.28

Por Nuestro Señor, que es mina29
la taberna de Alcocer:30
grande consuelo es tener31
la taberna por vecina.32

Si es o no invención moderna,33
vive Dios que no lo sé,34
pero delicada fue35
la invención de la taberna.36

Porque allí llego sediento,37
pido vino de lo nuevo,38
mídenlo, dánmelo, bebo,39
págolo y voyme contento.40

Esto, Inés, ello se alaba;41
no es menester alaballo;42
sola una falta le hallo:43
que con la priesa se acaba.44

La ensalada y salpicón45
hizo fin; ¿qué viene ahora?46
La morcilla. ¡Oh, gran señora,47
digna de veneración!48

¡Qué oronda viene y qué bella!49
¡Qué través y enjundias tiene!50
Paréceme, Inés, que viene51
para que demos en ella.52

Pues, ¡sus!, encójase y entre,53
que es algo estrecho el camino.54
No eches agua, Inés, al vino,55
no se escandalice el vientre.56

Echa de lo trasaniejo,57
porque con más gusto comas;58
Dios te salve, que así tomas,59
como sabia, mi consejo.60

Mas di: ¿no adoras y precias61
la morcilla ilustre y rica?62
¡Cómo la traidora pica!63
Tal debe tener especias.64

¡Qué llena está de piñones!65
Morcilla de cortesanos,66
y asada por esas manos67
hechas a cebar lechones.68

¡Vive Dios, que se podía69
poner al lado del Rey70
puerco, Inés, a toda ley,71
que hinche tripa vacía!72

El corazón me revienta73
de placer. No sé de ti74
cómo te va. Yo, por mí,75
sospecho que estás contenta.76

Alegre estoy, vive Dios.77
Mas oye un punto sutil:78
¿No pusiste allí un candil?79
¿Cómo remanecen dos?80

Pero son preguntas viles;81
ya sé lo que puede ser:82
con este negro beber83
se acrecientan los candiles.84

Probemos lo del pichel.85
¡Alto licor celestial!86
No es el aloquillo tal,87
ni tiene que ver con él.88

¡Qué suavidad! ¡Qué clareza!89
¡Qué rancio gusto y olor!90
¡Qué paladar! ¡Qué color,91
todo con tanta fineza!92

Mas el queso sale a plaza,93
la moradilla va entrando,94
y ambos vienen preguntando95
por el pichel y la taza.96

Prueba el queso, que es extremo:97
el de Pinto no le iguala;98
pues la aceituna no es mala;99
bien puede bogar su remo.100

Pues haz, Inés, lo que sueles:101
daca de la bota llena102
seis tragos. Hecha es la cena;103
levántense los manteles.104

Ya que, Inés, hemos cenado105
tan bien y con tanto gusto,106
parece que será justo107
volver al cuento pasado.108

Pues sabrás, Inés hermana,109
que el portugués cayó enfermo...110
Las once dan; yo me duermo;111
quédese para mañana.112

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  • Dutrus Manuel Jun., 2024

    Gracias por publicar este poema
    que aprenedi a mis
    15 abriles. Hoy tengo 90 y lo apredo poco a poco de nuevo.