Para M. E. Vaz Ferreira

Cuando el nimbo de la gloria resplandece en vuestras frentes,1
Veis que en pos de vuestros pasos van dos sombras que inclementes2
Sin desmayos ni fatigas os persiguen con afán;3
Son la envidia y la calumnia, dos hermanas maldecidas,4
Siempre juntas van y vienen por la fiebre consumidas,5
Impotentes y orgullosas —son dos sierpes venenosas6
Cuya mísera ponzoña sólo a ellas causa mal.7

Alevosas y siniestras cuando tratan de atacaros;8
Temerosas de la lumbre, siempre buscan el misterio.9
Mas, burlaos de sus iras: ¡nada pueden! y el artista10
Tiene un arma irresistible para ellas: ¡el desprecio!11

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