Amor, Delmira Agustini
Lo soñé impetuoso, formidable y ardiente; 1
hablaba el impreciso lenguaje del torrente; 2
era un mar desbordado de locura y de fuego, 3
rodando por la vida como un eterno riego. 4Luego soñélo triste, como un gran sol poniente 5
que dobla ante la noche la cabeza de fuego; 6
después rió, y en su boca tan tierna como un ruego, 7
soñaba sus cristales el alma de la fuente. 8Y hoy sueño que es vibrante y suave y riente y triste, 9
que todas las tinieblas y todo el iris viste, 10
que, frágil como un ídolo y eterno como Dios, 11sobre la vida toda su majestad levanta: 12
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y el beso cae ardiendo a perfumar su planta 13
en una flor de fuego deshojada por dos... 14