Altazor (Fragmento), Vicente Huidobro

Se nos presenta a Altazor como un dios omnipresente y omnipotente que no quiere ignorar al ser humano. La flor de la esperanza aún florece, aunque sea doloroso. El poeta, por boca de este Dios, nos habla del fin de una época, de una religión obsoleta: el cristianismo. Para él, el miedo del ser humano cuando esta región desaparezca pasará y desaparecerá.

El poeta siente que esta religión, que no ha hecho nada por el ser humano, se ha quedado únicamente en la imagen, en la liturgia y los rituales. Siente que el nuevo Jesús cristiano es el que ha desatado la guerra en Europa, con sus millones de muertos, la desolación, la pobreza y la ruina de los países.

Los obreros, los trabajadores, son los que luchan para recuperar lo perdido, recuperar sus derechos, provocar una revolución social y socialista. Altazor es la esperanza, es la lucha frente a quien quiere doblegar al pueblo. Es la fuerza de quien no tiene nada y lucha por su futuro y dignidad. Es lo que nace desde lo más profundo para combatir la injusticia, para dar respuesta cuando no la hay, para dar esperanza cuándo sentimos la soledad en nuestra alma.

El tiempo, la vida, el universo no cambia y no responde a nuestras dudas. Somos nosotros los que tenemos que dar esa respuesta a lo que buscamos. Tenemos que buscar apoyo, cobijo, curar nuestras heridas y malos momentos. Debemos crear nuestra propia religión que nos aporte lo que buscamos y llene todas nuestras necesidades.

Este fragmento de la obra de Vicente Huidobro es el muy especial porque nos plantea una visión muy particular sobre la región que tiene el autor. Nos habla de una religión obsoleta, caduca y cansada que no dar respuesta a las necesidades espirituales del pueblo. Pero por otro lado también es la responsable de muchas guerras, incluso las actuales.

Es por ello que el poeta nos invita, nos anima a reencontrarnos, a luchar por nosotros y no por aquellos dirigentes que, por culpa de sus malas decisiones, ha llevado a la ruina, a la muerte y a casi al exterminio de muchos pueblos, países y sociedades. Es precisamente el pueblo, los trabajadores, los que tienen que luchar por su futuro de una manera unida para qué obtengamos frutos a nivel individual. Por otro lado, apuesta y aboga por una religión que de respuesta real a las necesidades que todo pueblo pide desde el punto de vista emocional, afectivo y espiritual.


Nota de Susana Marín.
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Poema original: Altazor (Fragmento)

Soy yo Altazor 1
Altazor 2
Encerrado en la jaula de su destino 3
En vano me aferro a los barrotes de la evasión posible 4
Una flor cierra el camino 5
Y se levantan como la estatua de las llamas. 6
La evasión imposible 7
Más débil marcho con mis ansias 8
Que un ejército sin luz en medio de emboscadas 9
Abrí los ojos en el siglo 10
En que moría el cristianismo. 11
Retorcido en su cruz agonizante 12
Ya va a dar el último suspiro 13
¿Y mañana qué pondremos en el sitio vacío? 14
Pondremos un alba o un crepúsculo 15
¿Y hay que poner algo acaso? 16
La corona de espinas 17
Chorreando sus últimas estrellas se marchita 18
Morirá el cristianismo que no ha resuelto ningún problema 19
Que sólo ha enseñado plegarias muertas. 20
Muere después de dos mil años de existencia 21
Un cañoneo enorme pone punto final a la era cristiana 22
El Cristo quiere morir acompañado de millones de almas 23
Hundirse con sus templos 24
Y atravesar la muerte con un cortejo inmenso 25
Mil aeroplanos saludan la nueva era 26
Ellos son los oráculos y las banderas 27

Hace seis meses solamente 28
Dejé la ecuatorial recién cortada 29
En la tumba guerrera del esclavo paciente 30
Corona de piedad sobre la estupidez humana. 31
Soy yo que estoy hablando en este año de 1919 32
Es el invierno 33
Ya la Europa enterró todos sus muertos 34
Y un millar de lágrimas hacen una sola cruz de nieve 35
Mirad esas estepas que sacuden las manos 36
Millones de obreros han comprendido al fin 37
Y levantan al cielo sus banderas de aurora 38
Venid, venid, os esperamos porque sois la esperanza 39
La única esperanza 40
La última esperanza 41

Soy yo Altazor el doble de mí mismo 42
El que se mira obrar y se ríe del otro frente a frente 43
El que cayó de las alturas de su estrella 44
Y viajó veinticinco años 45
Colgado al paracaídas de sus propios prejuicios 46
Soy yo Altazor el del ansia infinita 47
del hambre eterno y descorazonado 48
Carne labrada por arados de angustia 49
¿Cómo podré dormir mientras haya adentro tierras desconocidas? 50
Problemas 51
Misterios que se cuelgan a mi pecho 52
Estoy solo 53
La distancia que va de cuerpo a cuerpo 54
Es tan grande como la que hay de alma a alma 55
Solo 56
Solo 57
Solo 58
Estoy solo parado en la punta del año que agoniza 59
El universo se rompe en olas a mis pies 60
Los planetas giran en torno a mi cabeza 61
Y me despeinan al pasar con el viento que desplazan 62
Sin dar una respuesta que llene los abismos 63
Ni sentir este anhelo fabuloso que busca en la fauna del cielo 64
Un ser materno donde se duerma el corazón 65
Un lecho a la sombra del torbellino de enigmas 66
Una mano que acaricie los latidos de la fiebre. 67
Dios diluido en la nada y el todo 68
Dios todo y nada 69
Dios en las palabras y en los gestos 70
Dios mental 71
Dios aliento 72
Dios joven Dios viejo 73
Dios pútrido 74
lejano y cerca 75
Dios amasado a mi congoja 76

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