Terceto Autóctono, César Vallejo
Publicado en la obra Los heraldos negros, de 1919, en la sección Nostalgias ImperialesIEl puño labrador se aterciopela,1
y en cruz en cada labio se aperfila.2
Es fiesta! El ritmo del arado vuela;3
y es un chantre de bronce cada esquila.4Afílase lo rudo. Habla escarcela...5
En las venas indígenas rutila6
un yaraví de sangre que se cuela7
en nostalgias de sol por la pupila.8Las pallas, aquenando hondos suspiros,9
como en raras estampas seculares,10
enrosarian un símbolo en sus giros.11Luce él Apóstol en su trono, luego;12
y es, entre inciensos, cirios y cantares,13
el moderno dios—sol para el labriego.14IIEcha una cana al aire el indio triste.15
Hacia el altar fulgente va el gentío.16
El ojo del crepúsculo desiste17
de ver quemado vivo el caserío.,18La pastora de lana y llanque viste,19
con pliegues de candor en su atavío;20
y en su humildad de lana heroica y triste,21
copo es su blanco corazón bravío.22Entre músicas, fuegos de bengala,23
solfea un acordeónl Algún tendero24
da su reclame al viento: "Nadie iguala!”25Las chispas al flotar lindas, graciosas,26
son trigos de oro audaz que el chacarero27
siembra en los cielos y en las nebulosas.28IIIMadrugada. La chicha al fin revienta29
en sollozos, lujurias, pugilatos;30
entre olores de urea y de pimienta31
traza un ebrio al andar mil garabatos.32“Mañana que me vaya...” se lamenta33
un Romeo rural cantando a ratos.34
Caldo madrugador hay ya de venta;35
y brinca un ruido aperital de platos.36Van tres mujeres.. ., silba un golfo... Lejos37
el río anda borracho y canta y llora38
prehistorias de agua, tiempos viejos.39Y al sonar una caja de Tayanga,40
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como iniciando un huaino azul, remanga41
sus pantorrillas de azafrán la Aurora.42
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