Revolución del pixel en el jardín de los videojuegos, Martín Ezequiel Sosa
En la pantalla tenue de un cuarto lejano,1
el píxel danzaba en un mundo temprano,2
galaxias de ocho bits, sueños a la vista,3
en controles sencillos la magia se inscriba.4Pac-Man comía fantasmas sin parar,5
Mario saltaba tuberías por rescatar,6
el héroe pixelado era nuestra misión,7
y el salón de arcades, nuestra religión.8Con los años crecimos, y el mundo cambió,9
del cartucho al CD la historia avanzó,10
los polígonos llegaron, mundos en 3D,11
Lara Croft y Zelda nos hicieron creer.12La nostalgia nos llama, viejos gamers leales,13
revivir a Sonic y sus bucles inmortales,14
volver a las mazmorras de un RPG clásico,15
sentir el joystick como algo mágico.16Los mayores de treinta y cinco hoy recuerdan,17
las largas partidas que nunca se pierdan,18
el "Game Over" que dolía como el ayer,19
y las tardes de infancia que queremos tener.20Pero el futuro llegó con el smartphone en mano,21
con juegos en red y un mundo cercano,22
en pantalla táctil guerreros se alzan,23
y estrategias en segundos el tiempo abrazan.24Luego vino el salto, la realidad virtual,25
un casco nos lleva a un mundo inmortal,26
con las manos movemos espadas y puentes,27
y el límite es solo la mente valiente.28La realidad aumentada mezcló lo real,29
Pokémon en el parque, un sueño global,30
el espacio cotidiano se tornó aventura,31
y el gamer moderno explora su cultura.32Ahora miramos atrás, entre píxeles y gloria,33
y adelante, al futuro, con nueva memoria,34
el juego evoluciona, pero el alma es la misma,35
ser héroes de mundos, sin prisa ni cisma.36De la Atari al smartphone, al casco espacial,37
41
el videojuego es arte, legado inmortal,38
somos gamers eternos, guardianes del sueño,39
jugando entre eras con amor y empeño.40
Firme con su comentario