Niños que ríen, juegan y cantan,1
inocentes en su bello mundo,2
sin saber que una foto que encanta3
puede ser un peligro profundo.4

Cada "me gusta" que brilla en su vida,5
en redes sociales, lleno de amor,6
a veces es solo una despedida7
de su privacidad y su valor.8

Protejamos su esencia escondida,9
su risa, su sueño, su fantasía,10
pues en la red nada es retenida,11
y la inocencia vuela día a día.12

Con selfies y fotos de su alegría,13
la infancia se expone sin comprender14
que cada post suma su energía,15
que su identidad no puede ver.16

Sus corazones son tierra fértil,17
donde sembramos nuestro cuidado,18
que cada imagen no sea un perfil19
de su ser más íntimo y sagrado.20

Hablemos claro, hablemos ahora,21
la autoestima también se siembra,22
y no es un “like” lo que valora23
su esencia pura que no se quiebra.24

Enseñémosles a ser cautos y firmes,25
a compartir con mesura y calma,26
pues el respeto a su propio filme27
construye un escudo para su alma.28

Crecerán fuertes y sabios,29
conscientes de que un click no define30
quiénes son, ni su valor en labios31
que aman su ser sin que algo termine.32

33

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