Entre perro y lobo, Olga Orozco

Me clausuran en mí.1
Me dividen en dos.2
Me engendran cada día en la paciencia3
y en un negro organismo que ruge como el mar.4
Me recortan después con las tijeras de la pesadilla5
y caigo en este mundo con media sangre vuelta a cada6
     lado:7
una cara labrada desde el fondo por los colmillos de la8
furia a solas,9
y otra que se disuelve entre la niebla de las grandes10
manadas.11
No consigo saber quién es el amo aquí.12
Cambio bajo mi piel de perro a lobo.13
Yo decreto la peste y atravieso con mis flancos en llamas14
     las planicies del porvenir y del pasado;15
yo me tiendo a roer los huesecitos de tantos sueños16
     muertos entre celestes pastizales.17
Mi reino está en mi sombra y va conmigo dondequiera18
     que vaya,19
o se desploma en ruinas con las puertas abiertas a la20
invasión del enemigo.21
Cada noche desgarro a dentelladas todo lazo ceñido al22
     corazón,23
y cada amanecer me encuentra con mi jaula de obediencia24
     en el lomo.25
Si devoro a mi dios uso su rostro debajo de mi máscara,26
y sin embargo sólo bebo en el abrevadero de los27
     hombres un aterciopelado veneno de piedad que raspa28
     en las entrañas.29
He labrado el torneo en las dos tramas de la tapicería:30
he ganado mi cetro de bestia en la intemperie,31
y he otorgado también jirones de mansedumbre por trofeo.32
Pero ¿quién vence en mí?33
¿Quién defiende de mi bastión solitario en el desierto, la34
     sábana del sueño?35
¿Y quién roe mis labios, despacito y a oscuras, desde36
     mis propios dientes?37

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