Paquito, Salvador Díaz Mirón

Cubierto de jiras,1
al ábrego hirsutas2
al par que las mechas3
crecidas y rubias,4
el pobre chiquillo5
se postra en la tumba,6
y en voz de sollozos7
revienta y murmura:8
«Mamá, soy Paquito;9
no haré travesuras».10

Y un cielo impasible11
despliega su curva.12

«¡Qué bien que me acuerdo!13
La tarde de lluvia;14
las velas grandotas15
que olían a curas;16
y tú en aquel catre17
tan tiesa, tan muda,18
tan fría, tan seria,19
y así tan rechula!20
Mamá, soy Paquito;21
no haré travesuras».22

Y un cielo impasible23
despliega su curva.24

«Buscando comida,25
revuelvo basura.26
Si pido limosna,27
la gente me insulta,28
me agarra la oreja,29
me dice granuja,30
y escapo con miedo31
de que haya denuncia.32
Mamá, soy Paquito;33
no haré travesuras».34

Y un cielo impasible35
despliega su curva.36

«Los otros muchachos37
se ríen, se burlan,38
se meten conmigo,39
y a poco me acusan40
de pleito al gendarme41
que viene a la bulla;42
y todo, porque ando43
con tiras y sucias.44
Mamá, soy Paquito;45
no haré travesuras».46

Y un cielo impasible47
despliega su curva.48

«Me acuesto en rincones49
solito y a obscuras.50
De noche, ya sabes,51
los ruidos me asustan.52
Los perros divisan53
espantos y aúllan.54
Las ratas me muerden,55
las piedras me punzan...56
Mamá, soy Paquito;57
no haré travesuras».58

Y un cielo impasible59
despliega su curva.60

«Papá no me quiere.61
Está donde juzga62
y riñe a los hombres63
que tienen la culpa.64
Si voy a buscarlo,65
él bota la pluma,66
se pone muy bravo,67
me ofrece una tunda.68
Mamá, soy Paquito;69
no haré travesuras».70

Y un cielo impasible71
despliega su curva.72

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Análisis

El poeta nos presenta una realidad social triste, pero no excepcional. La pérdida de una madre y la indiferencia y maltrato de un padre aboca a un pequeño buscarse la vida, a vivir sólo, sin nada y sin nada en lo que apoyarse, salvo la promesa a la madre muerta de ser un buen hijo, aunque eso no la devuelva.

El pequeño, ante la tumba de su madre, con aspecto desaliñado, recuerda a esta la promesa que le ha hecho: ser un buen hijo. El cielo curvo, como un ojo que todo lo ve, no expresa nada, lo que nos hace sentir que si el hijo esperaba una respuesta amable, no la tendrá. Le viene a la mente el recuerdo del velatorio, día triste y al mismo tiempo, esa “rechula” nos habla de lo importante que era la figura materna para él y, nuevamente, la promesa que le hizo.

Ese cielo sigue insensible a la búsqueda de consuelo. Su situación le ha obligado a buscar comida donde sea, ser pobre, sin recursos, pero cumpliendo lo prometido de ser bueno. Nada parece darle una esperanza. Los otros niños lo rechazan y lo comprometen, lo rebajan, etc., pero él no renuncia a lo que le dijo a su madre antes de morir.

El miedo a la oscuridad, que las criaturas de la noche lo ataquen lo asustan, incrementan esa imagen infantil y frágil del pequeño, bueno y que siente a su madre cerca. El cielo sigue imperturbable. El padre, con el que no quiere estar, lo maltrata física y psicológicamente. No le quiere, pero aun así la promesa a su madre es casi algo sagrado, por eso lo sigue respetando. Sin embargo ese ojo que todo lo ve, ese cielo curvo que lo persigue cada día de su vida al final, continúa imperturbable, observador ajeno que nos hace sentir que no hay esperanza para el pequeño.

Cuando acabamos de leer este poema nos queda una sensación de tristeza dentro de nuestro cuerpo, seguramente porque la infancia es algo que hay que proteger, y cuando vemos que la realidad nos da en la cara, sentimos que nos caímos de bruces y que no podemos hacer nada por evitar que esto suceda.

El poeta nos coloca delante de una situación que no sabemos si ha sido inventada o ha pasado de manera real, porque lo que si es cierto es que no es ajena nosotros, a nuestro interior. Nos hace bajar de ese pedestal en el que, en ocasiones, estamos y que nos alejan de lo cotidiano, de las cosas reales que suceden cada día y de las que, en muchas ocasiones, no somos conscientes. Nos hace darnos cuenta de lo que tenemos y de lo que muchos no alcanzarán a tener nunca.

Nota de Susana Marín.

Marín, Susana. Nov., 2014. Paquito, de Salvador Díaz Mirón. Poemario. Acceso en https://poemario.com/paquito/

Ejemplos de figuras literarias en Paquito

Figuras Literarias Ejemplos Descripción
Metáfora "Cubierto de jiras, al ábrego hirsutas" El niño se describe cubierto de jiras, lo que simboliza su desamparo y desdicha.
Metáfora "y en voz de sollozos revienta y murmura" El llanto del niño se compara con una explosión, mostrando la intensidad de su dolor y tristeza.
Símil "las velas grandotas que olían a curas" Compara el olor de las velas con el olor asociado a los curas, lo que evoca un ambiente de solemnidad y religiosidad.
Prosopopeya "Los perros divisan espantos y aúllan" Personifica a los perros, atribuyéndoles la capacidad de ver espantos, lo que crea un ambiente de miedo y desolación.
Hipérbole "De noche, ya sabes, los ruidos me asustan" Exagera el miedo que siente el niño por los ruidos nocturnos, destacando su vulnerabilidad y soledad.
Hiperbatón "tan tiesa, tan muda, tan fría, tan seria, y así tan rechula!" Alteración del orden lógico de las palabras para enfatizar el estado en el que la madre fue encontrada por el niño.
Elipsis "Mamá, soy Paquito; no haré travesuras" Omisión de detalles específicos sobre las travesuras, lo que genera un efecto de mayor enfoque en la promesa del niño a su madre.
Anáfora "Y un cielo impasible despliega su curva" Repetición de la frase al final de cada estrofa, lo que refuerza la idea de la indiferencia del cielo ante el sufrimiento del niño.
Antítesis "Si pido limosna, la gente me insulta, me agarra la oreja, me dice granuja" Contraposición de ideas: el niño busca ayuda pidiendo limosna, pero recibe insultos y maltrato en lugar de compasión.
Oxímoron "solito y a obscuras" Combinación de palabras opuestas "solito" y "obscuras", resaltando la soledad y oscuridad que rodea al niño en su desamparo.
Paralelismo "Me acuesto en rincones / solito y a obscuras / De noche, ya sabes, / los ruidos me asustan" Presenta una estructura similar en varios versos consecutivos, resaltando la soledad y el miedo que siente el niño en la noche.
Metonimia "él bota la pluma, se pone muy bravo, me ofrece una tunda" Utiliza "bota la pluma" como representación de la autoridad del padre y su disposición a castigar al niño.


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  • Yolanda González Perales Abr., 2023

    Recuerdo ése poema cuándo era chica en la primaria, había una niña que la recitaba tan bien ,con tanto sentimiento que transmitía que me estrujaba el corazón ! 💓