Dulce hebrea, desclava mi tránsito de arcilla;1
desclava mi tensión nerviosa y mi dolor...2
Desclava, amada eterna, mi largo afán y los3
dos clavos de mis alas y el clavo de mi amor!4

Regreso del desierto donde he caído mucho;5
retira la cicuta y obséquiame tus vinos:6
espanta con un llanto de amor a mis sicarios,7
cuyos gestos son férreas cegueras de Longinos!8

Desclávame mis clavos ¡oh nueva madre mía!9
¡Sinfonía de olivos, escancia tu llorar!10
Y has de esperar, sentada junto a mi carne muerta,11
cuál cede la amenaza, y la alondra se va!12

Pasas... vuelves... Tus lutos trenzan mi gran cilicio13
con gotas de curare, filos de humanidad,14
la dignidad roquera que hay en tu castidad,15
y el judithesco azogue de tu miel interior.16

Son las ocho de una mañana en crema brujo...17
Hay frío... Un perro pasa royendo el hueso de otro18
perro que se fue... Y empieza a llorar en mis nervios19
un fósforo que en cápsulas de silencio apagué!20

Y en mi alma hereje canta su dulce fiesta asiática21
un dionisíaco hastío de café...!22

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